
El lunes 25 de octubre se presentó el Gabinete ministerial presidido por Mirtha Vásquez ante el Congreso de la República. El discurso de investidura en líneas generales, no concuerda con el ideario y programa de Perú Libre.
Ese mensaje no era sorpresa por la presencia de ministros vinculados a Nuevo Perú, Juntos por el Perú y a los Organismos No Gubernamentales (ONG); la izquierda que la derecha quiere o la izquierda instrumental al neoliberalismo.
Pedro Castillo durante la campaña electoral, fue duramente criticado por esas organizaciones que apoyaban a la candidata Verónika Mendoza. Llegaron a pedirle públicamente que renuncie a su candidatura presidencial, porque no tenía ninguna posibilidad de ganar.
Para la segunda vuelta electoral, Perú Libre abre las puertas a nuevas fuerzas políticas para enfrentar la ofensiva de la derecha fujimorista. Progresivamente los invitados fueron ganando terreno y se convirtieron en los principales voceros de la campaña. Actualmente dirigen la mayoría de ministerios.
La democracia liberal sostiene que para gobernar e implementar un programa de gobierno, debes formar un partido político y ganar las elecciones. Pero qué está ocurriendo en el Perú, están gobernando los que perdieron las elecciones. Castillo realizó promesas electorales al pueblo en nombre del partido. En la campaña electoral se movilizaron muchos trabajadores en todo el territorio nacional con la esperanza de construir un gobierno al servicio de los sectores marginados del país.
Perú Libre fue perdiendo presencia en el poder ejecutivo y se fue debilitando en el Congreso. Un sector de congresistas ligados al magisterio está formando el Partido Político Magisterial y Popular y otro sector el partido Peruanos Como Tú. Pedro Castillo no tuvo el liderazgo para mantener unidos a quienes lo apoyaron durante toda la campaña.
El Gobierno pierde progresivamente la confianza del pueblo, existen demandas inmediatas de amplios sectores de la sociedad que no se ponen en agenda. La derecha culpa al Gobierno de los problemas económicos y sociales, agudizados por la pandemia. No se puede solucionar en tres meses la crisis originada en tres décadas de neoliberalismo implantado por la derecha.
La derecha autoritaria apuesta por la vacancia presidencial. Se agudiza la situación por los conflictos sociales en Puno, Ancash, Ayacucho y Loreto. La prensa difunde la subida del dólar y de los precios de los productos de primera necesidad. Los transportistas promueven un paro nacional para el 8 de noviembre auspiciado por los grandes empresarios.
Si hoy día, el gabinete no obtiene la cuestión de confianza, se produce la crisis total del gabinete a solo tres meses de iniciado el gobierno. Si el Congreso le otorga la confianza, los ministros tendrán una tregua, porque la derecha obstruccionista continuará con el objetivo de deslegitimar al gobierno, censurando a los ministros que tienen en la mira.
(*) Congresista de la República por Perú Libre
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.