Se está armando la grande, nombramiento de Óscar Maúrtua como ministro de Relaciones Exteriores trae “cola”. Recuerde usted la abrupta salida de Héctor Béjar después de la movilización que hubo frente a la puerta de Torre Tagle, y las protestas en el Congreso. Maúrtua está despertando las iras de Perú Libre.
Cerrón ha dicho que Maúrtua no representa al partido. Guillermo Bermejo, uno de los congresistas más combativos de Perú Libre, ha dicho que parecía una broma el nombramiento de Maúrtua, que de ninguna manera corresponde a un partido de izquierda. Y el premier Bellido ha dicho que Maúrtua está obligado a seguir los lineamientos del gobierno. Léase, la misma política que Béjar estaba, supuestamente, aplicando. De qué estamos hablando, de la primera decisión que toma el presidente Castillo sin Cerrón. Esta es nada menos que la bomba que ha detonado dentro de Perú Libre.
Ya han sonado todas las alarmas, ya prácticamente esto significa que hay un profundo malestar en la cúpula de Perú Libre, encabezada por el doctor Vladimir Cerrón, evidentemente. La cosa no va a terminar acá. Se está armando una miniguerra civil interna en Perú Libre. Todo esto en vísperas de la presentación del Gabinete Bellido. Tan es así la cosa, que inclusive algunos están diciendo que a lo mejor Bellido no llega a presentarse al Congreso. ¿Con quién tomó la decisión el presidente de llamar a Maúrtua? Nadie lo sabe. Aparentemente con Rodríguez Cuadros, pero no es seguro. Lo que sí es seguro es que no la tomó con Cerrón ni con ninguna de estas personas de esta línea política. Entonces en estos momentos tenemos un foso ya establecido entre Castillo y Perú Libre.
¿Qué consecuencias va a tener en el Congreso? Es pronto para saberlo. Pero a lo mejor de aquí al día de la presentación de Bellido va a haber más cambios ministeriales. Esto va a ocurrir en una semana sobre la que el presidente Castillo -no sé si es consciente de las consecuencias de lo que dice- ha dicho que habrá “sorpresas” para el público, para la galería, para los tendidos en materia de precio del gas doméstico y de los alimentos. ¿Qué puede significar esto? Control de precios, pero Pedro Francke dice que no va a haber control de precios.
Bueno, lo veremos. Por supuesto, el bono ha sido otro tema que ha tenido llevadas y venidas. Al final, no sabemos qué es lo que se va a hacer con los bonos. El bono puede sonar muy urgente, pero es una droga. Tratar de gobernar a punta de bonos es llevarnos a la quiebra y meternos una inflación de padre y señor mío. Esa sorpresa sí que sería terrible.
(*) Periodista
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