Salud & Bienestar

Cuando el amor se convierte en una pesadilla. Por Graciela Ferrando, psicóloga

La violencia en una relación no se debe necesariamente a un trastorno de personalidad, aunque algunas condiciones psicológicas pueden contribuir a comportamientos agresivos.

Ésta puede tener múltiples causas: comunicación deficiente e inadecuada, conflictos no resueltos, estrés, problemas de control de impulsos, entre otros. Por supuesto, nada la justifica.

¿Qué personalidad tiene el agresor?

La violencia en la pareja no es aceptable y no debe ser ignorada. Los maltratadores tienen a puntuar alto en trastornos de tipo narcisista, antisocial, y boderline. También presentan trastornos depresivos o de abuso de sustancias.

¿Qué rasgos de personalidad tiene una persona que es víctima de violencia?

Los rasgos que muestran más incidencia son: paranoia, depresión suicida, depresión, depresión ansiosa, esquizofrenia, e hipocondría.

Tipos de violencia

Para entender los tipos de violencia debemos analizar a Bardales y Huallpa (2009), quienes señalan los tipos de violencia de la siguiente forma:

Violencia psicológica 

La misma que viene a ser toda acción u omisión destinada a degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas, por medio de intimidación, manipulación, amenaza directa o indirecta, humillación, aislamiento o cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicológica, la autodeterminación o el desarrollo personal. Se presenta bajo las formas de hostilidad verbal como, por ejemplo, insultos, burlas, desprecio, críticas o amenazas de abandono; también aparece en la forma de constante bloqueo de las iniciativas de la víctima por parte de algún miembro de la familia.

Violencia física

Se refiere a toda acción u omisión que genere cualquier lesión infligida (hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones de cabeza, envenenamientos), que no sea accidental y provoque un daño físico o una enfermedad. Puede ser el resultado de uno o dos incidentes aislados, o puede ser una situación crónica de abuso.

Violencia sexual

Acción que obliga a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales mediante el uso de fuerza, intimidación, coerción, chantaje, soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro mecanismo que anule su voluntad personal.

Violencia contra la mujer

Las cifras de violencia contra la mujer continúan en aumento al reportarse 128 casos de feminicidio entre enero y octubre de este año. Es decir, casi 13 hechos cada mes, lo cual genera preocupación al poder mostrar un incremento hasta el cierre del año.

Por su parte, la viceministra de la Mujer, Silvia Loli, señaló que atendieron 145 mil reportes de hechos de violencia. “Todavía en nuestra sociedad hay una alta tolerancia a la violencia”, expresó.

Loli también manifestó que antes recibían al 3% de mujeres que denunciaban hechos de violencia, pero ahora las cifras están por encima del 8%.

Violencia contra el hombre

En nuestra sociedad se aprecia que la violencia contra los varones constituye una realidad silenciosa, una problemática poco intervenida. En el contexto social, la figura del varón como víctima de violencia resulta irreal para la mayoría, sobre todo porque la violencia ejercida por el varón sobre la mujer continúa siendo la más notoria y la de mayor gravedad.

Los varones también son víctimas de violencia, al igual que las mujeres; la principal diferencia es que, debido al contexto actual, en el que, por su gravedad, muchos casos de violencia contra la mujer se hacen mediáticos, el Estado y la sociedad han enfatizado la protección de los derechos de la mujer, al tiempo que la protección al varón en estos casos es casi nula.

La sociedad mantiene la figura del “macho”, por lo cual, el varón “no puede” mostrar síntomas de debilidad; si un varón sufre violencia, su situación no debe divulgarse porque a ojos de la sociedad, sería humillante.

La agresión en la pareja es un tema serio y puede tener consecuencias graves para la salud física y emocional de las personas involucradas.

Hay varias “banderas rojas” o señales de advertencia que podrían indicar la presencia de comportamientos abusivos en una relación. Estas incluyen:

  1. Violencia física: golpes, empujones, o cualquier tipo de contacto físico no deseado, es una clara señal de un problema serio en la relación.
  2. Violencia verbal o emocional: insultos, humillaciones, críticas constantes, amenazas y cualquier otro tipo de abuso verbal o emocional son signos de una dinámica perjudicial.
  3. Control excesivo: un comportamiento controlador, como el monitoreo constante de las actividades de la pareja, la prohibición de ciertas amistades o la limitación de la libertad personal.
  4. Manipulación: emocional, la victimización constante o el juego psicológico.
  5. Aislamiento social: la tendencia a aislar a la pareja de amigos, familiares u otras relaciones sociales es una estrategia común en situaciones abusivas.
  6. Ciclo de violencia: si la relación sigue un patrón predecible de tensiones, explosiones de violencia y luego un período de arrepentimiento y disculpas, esto podría indicar un ciclo de violencia que puede repetirse.
  7. Desigualdad de poder: una relación saludable se basa en la igualdad y el respeto mutuo. Si hay un desequilibrio de poder significativo, con una persona dominando y controlando a la otra, esto puede indicar un problema.

R CON R
No te rindas
No te resistas
Psicoterapeuta Graciela Ferrando
@psicologagfg

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