Folklore

Cristina de los Andes reverdece lauros con nuevas canciones

Cantante ayacuchana recuerda sus inicios en el difícil mundo del arte

Por: Lilly Bustamante

Un cuarto de siglo en el arte. Con el decidido propósito de afianzar aún más su carrera profesional, Cristina de los Andes se apresta a interpretar novedosas composiciones que, a no dudarlo, serán de mucho agrado de sus admiradores.

Se trata de nuevas inspiraciones de conocidos compositores, independientes de las propias, algunas de las cuales (melodías), caracterizadas por sus contenidos melancólicas e influenciadas por la experiencia de haber dejado su natal Huancapi, provincia de Víctor Fajardo, Ayacucho.

La vida le depararía alegrías y tristezas a Cristina Oscorina. Cuando llega a Lima era muy niña aún, tímida y reservada. Se educó bajo el cobijo de unas madres de una orden religiosa de la Cdra. 24 de la Av. Brasil, en Pueblo Libre, gesto que no olvida. En realidad, había descubierto   que lo que más le gustaba era cantar.

El primer tema que grabó -compuesto por ella misma- fue “Ingratitud de padre” con la orquesta de los Hermanos Moreno. De allí para adelante se sucedieron otros en disco 45 rpm. como: “El tiempo será testigo”, “Amores ingratos”, “Patito”, “Valle del Mantaro” y “La hija de la desgracia”.  Grabó también con la orquesta Los Zorzales de Huancayo, de Pedro Meza, Selección del Centro de Atilio Moreno y carnavales con la orquesta Los Conquistadores de Ayacucho.  Recuerda con especial cariño a don Aurelio “Huaccha” Miranda, quien siempre la alentó y con cuya caravana artística recorrió provincias.

Cuando rememora el acontecer que ha sido su vida, a “Cristina de los Andes” se le humedecen los ojos, pues perdió a una hija abogada recién egresada de la Universidad de Lima en un accidente automovilístico. Le sobrevive otra hija que también ya es profesional, nos cuenta con inocultable orgullo.  Evoca, asimismo, emocionada cuando pisó por primera vez el legendario Coliseo Nacional, y a sus compañeras contemporáneas en el arte, Antonia García y una hermosa colección de polleras Morenita del Centro, entre otras. Cuenta con y su celular no deja de sonar para proponerle contratos para cantar en diferentes lugares de Lima.

 

 

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