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Como fortalecer la conducta de los hijos frente a la pandemia

EsSalud advierte que adolescentes desobedecen medidas contra el COVID-19

El Seguro Social de Salud (EsSalud) advirtió que, durante la presente segunda ola de contagios por la COVID-19, los adolescentes presentan una conducta desafiante a seguir las recomendaciones frente al SARS COV 2 y ofrecen resistencia a seguir normas de bioseguridad, así como practicar hábitos de higiene como el lavado de manos, uso de mascarilla y alcohol.

El doctor Juan Carlos Ocampo, médico asistente del servicio de psiquiatría de niños y adolescentes del Hospital Guillermo Almenara, informó que el Servicio de psiquiatría de niños y adolescentes atiende a una población de casi aproximadamente de 10,000 pacientes al año y los diagnósticos más frecuentes en los adolescentes son: Trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastorno del espectro autista, depresión, ansiedad y trastornos de conducta, los cuales han incrementado su frecuencia y severidad a raíz de la emergencia sanitaria.

8 DE CADA 10 PRESENTAN PROBLEMAS

El galeno informó que 8 de cada 10 adolescentes presentan problemas de conducta de gran variabilidad clínica y riesgo, y de ellos casi un 15 % llega a ser un trastorno de conducta que genera sufrimiento tanto al paciente como a sus familias.

“Es muy importante diferenciar un problema de conducta de un trastorno de conducta, los padres deben identificar si los jóvenes presentan señales de que no obedecen las normas, se vuelven más agresivos e irritables. Si es esporádico, poco frecuente, de baja gravedad estamos hablando de problemas de conducta”, sostuvo.

A partir de los 5 años de edad, ya se observa en algunos pacientes un patrón incrementado de conductas problemáticas como desobediencia, mentiras, agresividad, etc., que en algunos casos podría terminar en conductas más graves aún.

NO ETIQUETARLOS DE “REBELDES”

Ocampo precisó que los padres no deben etiquetar a los adolescentes como un “rebelde sin causa”, “un caso perdido” o “chico problema” ya que esto limita las posibilidades de ayuda.

Los problemas de conducta son una máscara del sufrimiento por otros trastornos mentales y del comportamiento. Resultará más conveniente identificar el origen del comportamiento, el cual podría ser conflictos ocasionales o cuadros de mayor severidad como depresión, ansiedad, y/o incluso violencia.

Asimismo, resaltó la importancia de establecer un hilo comunicacional con los hijos, respetar siempre su individualidad y su búsqueda de identidad, que es la característica primordial en esta etapa de la vida, brindando un clima de confianza.

CONSEJOS PARA UNA MEJOR RELACIÓN

  • Los padres de familia deben hacerse un tiempo en la semana para crear un espacio de comunicación con su hijo.
  • Escuchar los problemas del menor en relación a la pandemia ayudarán a una mejor relación.
  • Los problemas de conducta en los menores deben ser abordados por el servicio de psiquiatría de niños y adolescentes.
  • Agregar actividades a fin de generar una sensación de bienestar en el entorno familiar y personal del propio adolescente.

EL PERFIL DE UN ADOLESCENTE

La conducta de los adolescentes generalmente está relacionada con el contexto sociocultural que lo rodea y lo condiciona. Sin embargo, hay patrones generales que los caracterizan.

En esta etapa, los jóvenes perciben que algo les está sucediendo y pueden sentirse incómodos y preocupados, intrigados y temerosos por los impulsos sobre todo en el plano sexual. Muchos niegan su nuevo aspecto, tratan de hacer como si no existiera. Otra de las cuestiones que descolocan a los jóvenes es que se espera de ellos actitudes de adulto.

Es frecuente que los jóvenes no puedan verbalizar sus temores, muchos tienden a aislarse, otros desarrollan síntomas, y si estos miedos no son tomados a tiempo, pueden generar angustia, ansiedad y depresiones que pueden afectar su vida futura.

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