Opinión

China impone al gobierno un nuevo elefante blanco

Por: Manuel Romero Caro

En nuestro artículo anterior: “China presiona a Perú para que financie el Tren Bioceánico” hemos señalado que con la creciente influencia que tiene China en nuestro país, terminaría imponiendo sus puntos de vista sobre los que le convienen a nuestro país.

Y lamentablemente tuvimos razón. Para ello, recordaremos cuando el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, señaló los 6 proyectos ferrocarrileros que tenían prioridad en nuestro país, y no solo no incluyó el Tren Bioceánico (TB) sino que señaló en más de dos ocasiones: “No creemos que debemos financiarlo. Si algún interés tiene Brasil o China en esto, ellos deberían encargarse de ello”.

Y luego de visitar China, Pérez Reyes reiteró que la construcción del TB tendría que venir de Brasil y China, porque el Perú ya tiene definida su conectividad con Asia.

Luego, en una evidente respuesta a las declaraciones anteriores, Yao Ming, consejero económico y comercial de la embajada China, manifestó que descarta que su país pueda ser el promotor del TB. “Es un plan ambicioso y técnicamente estamos bien (en capacidad de hacerlo) pero creo que es una decisión que deben tomar los gobiernos locales”, dijo añadiendo que no se espera un pronunciamiento de China sobre el Tren Bioceánico bajo estas condiciones

. Y ahora, en un giro de 180 grados que se explicaría por presiones de China, el MTC Pérez Reyes al referirse al tren que nos conectaría con Brasil manifestó “La inversión (del tramo de Pucallpa a la frontera con el estado de Acre, Brasil) la tendríamos que hacer nosotros (y se supone que también el tramo Pucallpa- Chancay) y los brasileros tendrían que financiar los 80 kilómetros que faltan hasta la frontera con Perú”.

Pero China no solo habría hecho cambiar de opinión a Perú sino también a Brasil. Ya que Pérez Reyes manifestó que el TB vía Pucallpa tampoco era una prioridad para Brasil, ya que la ruta para llegar desde Pucallpa a nuestra frontera, así como el tramo hasta Cruzeiro do Sul es muy pantanoso y hay carreteras que no se pueden utilizar los 12 meses del año por las intensas lluvias. Resulta más lógica y menos costosa la ruta por la Interoceánica Sur. Lo que estaría sucediendo es que a China, por un capricho geopolítico, no le debe de atraer esta alternativa porque dicha ruta termina muy cerca del futuro puerto de Corío, que podría ser financiado por inversionistas de EE.UU.

Por lo que China haría el negocio del siglo, ya que invirtiendo solo $ 1,400 millones en Chancay, lograría que el gobierno peruano se comprometa en un elefante blanco de más de US$ 10,000 millones.

Sin embargo, el TB va a beneficiar principalmente a China y Brasil. Por lo tanto, a pesar de que todavía ni siquiera ha empezado a operar al 100% el elefante blanco de la Nueva Refinería de Talara (NRT), ya el gobierno de Boluarte nos quiere embarcar en otro nuevo desastre el que, con seguridad, superaría largamente al caso de la NRT.

(*) Economista.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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