Como es sabido, el Tribunal de Fiscalización de la SUNAFIL inició sus labores este año 2021, y su primera resolución administrativa operó el 7 de mayo.
Hasta el día de hoy, el Tribunal ha emitido resoluciones muy acertadas a nivel socio laboral y de seguridad en el trabajo, y ello porque se ha manejado con autonomía e independencia técnica, y por eso resulta ser la última instancia cuando el sujeto administrado recurre en vía de recurso de revisión.
El Tribunal además ha emitido algunos precedentes de observancia obligatoria, y ello resulta relevante, para dejar asentados criterios que no perjudiquen a las partes inmersas en la relación laboral.
Lo que ha sucedido en estos últimos días resulta por demás preocupante, pues se ha removido al Superintendente de la SUNAFIL, creando zozobra en el sector empresarial; toda vez que no se ha valorado debidamente que el Dr. Juan Carlos Requejo, que venía ocupando el cargo por más de tres años, ya contaba con experiencia y tenía un plan estructurado de trabajo que se venía sosteniendo en el tiempo.
No sabemos cuál ha sido el criterio para remover al Superintendente de la SUNAFIL, acaso se quiere colocar en tal puesto a un personaje sin experiencia y solo para beneficiar a una de las partes de la relación de trabajo. ¿No solo se irá Requejo sino todo su equipo que lo acompaña, pero acaso el actual Gobierno cuenta con los profesionales de la talla para reemplazarlo?
Lo que si resulta cierto es que existe una cacería en contra del sector empleador, pues las notificaciones virtuales y los requerimientos de información son pan de cada día.
Si no cumples con presentar la información que te es requerida, eres fijo a una sanción o multa cuyos valores en la actualidad resultan ser muy altos, y hasta podrían hacer que cierre el centro de trabajo.
No hay una efectiva reactivación económica y por ello se ha precarizado el empleo, ¿y qué esfuerzos ha efectuado el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo para minimizar la informalidad laboral? La respuesta es poco o nada.
Al ser removido el Superintendente también correría la misma suerte el destino del Tribunal, tal parece que se desea conformar una Segunda Sala con miembros más pegados al capricho del gobierno.
Creemos que no ha sido un buen momento para realizar los cambios antes descritos, y a partir de la fecha lo que se viene a nivel laboral resulta oscuro, ¿o acaso se quiere sacar adelante la famosa Agenda 19? Solo nos queda seguir remando para los que creemos que nuestro país puede seguir mejorando a pesar de tanta improvisación en el Gobierno de turno.
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(*) Abogado Laboralista
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