Sin base histórica se ha publicado desde otra tienda política, un líbelo que pretende desnaturalizar la realidad y los hechos del pasado solo con comentarios huecos y frases efectistas desinformando sobre la presencia de Acción Popular en sus más de 66 años de existencia.
Se acusa a Acción Popular como un partido sin ideología; sin masas que lo respalden; que llegó a la presidencia por alianza con la Democracia Cristiana y lo que es peor: somos aliados del comunismo. De ser así, entonces ¿cómo es posible haber llegado hasta cuatro veces a la Presidencia? (dos por el voto popular y otras dos por sucesión constitucional).
Nuestra ideología está establecida en los textos de Fernando Belaunde Terry “Pueblo por Pueblo” y “La Conquista del Perú por los Peruanos”, se suma a esto el manual ideológico “El Perú como Doctrina” escrito por el filósofo Francisco Miro Quesada Cantuarias y los escritos de Luis Felipe Alarco entre otros. Se nos tilda además no ser un partido de masas, cuando la teoría y la historia política nos ubica como tales; demás está en centrarnos en las enormes manifestaciones populares congregadas por Acción Popular durante sus primeros 50 años, un ejemplo clarísimo fue el enorme respaldo popular que recibió al presidente Belaunde el 15 de abril de 1967, después de plantear el más importante lineamiento de política de integración en Sudamérica en Punta del Este.
La alianza de Acción Popular y la Democracia Cristiana sirvió para demostrar nuestro acercamiento a la doctrina social de la iglesia católica y hoy como ayer, las alianzas partidarias fueron legales. Se olvida la naturaleza del fraude electoral de 1962 cuyas pruebas se encuentran en un texto publicado por las FFAA, aquel fraude es de la misma modalidad hecha por Pedro Castillo y Perú Libre en las elecciones de 2021. Acción Popular condenó el fraude y solicitó inmediatas elecciones una vez consolidado el golpe que tuvo su origen al no llegar ninguno de los partidos al tercio de la votación, como así lo establecía la Constitución de 1933, y correspondía al Congreso elegir al presidente, donde ya se negociaba elegir al general Odría en contra de Belaunde, una alianza de víctimas y victimarios, este real pragmatismo iba más allá de la vergüenza, y el Apra sufrió su mayor disidencia.
También se nos acusa en ser parte del comunismo internacional, y que Acción Popular tuvo una posición ambigua frente a la guerrilla y al terrorismo. Algo absolutamente falso, pues el gobierno de Belaunde en su “ambigüedad” en menos de un año aplastó a la disidencia aprista que se había alzado en armas con un tal De la Puente Uceda y enfrentó al terrorismo en 1980 desde el gobierno y desde los gobiernos locales, allí están nuestros mártires (que hasta eso se nos niega) que dieron su vida no solo por su partido sino por el Perú.
En otras premisas que van contra la actividad partidaria de Acción Popular, es que Hurtado Miller por ser ministro de Fujimori, nos convierte en aliado del golpista de 1992, dejando de lado las condenas públicas del partido de la lampa cuando hubo el autogolpe. Bajo esos mismos conceptos lógicos podríamos decir que Javier Valle Riestra al ser premier de Fujimori y ser designado por Montesinos hacia viable la alianza apro-fujimorista. La gran diferencia es que Hurtado Miller se fue de Acción Popular y no regresó, Valle Riestra regresó al Apra y sigue en él.
En Acción Popular no tenemos culpa que el partido aprista haya sido vetado por sectores de la sociedad peruana por su complicidad en un magnicidio y en el asesinato de un director periodístico, actividades que nunca serán parte de nuestra historia.
Debatir políticamente es un ejercicio muy poco usado, para eso se necesita conocer la historia y la realidad usando fuentes, es la única forma de usar la palabra y no la manopla.
(*) Abogado – excongresista
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