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Abimael Guzmán: Huellas de sangre de un genocida

La vida del hombre que desató una ola de violencia terrorista que dejó miles de viudas y huérfanos en el Perú

Abimael Guzmán, quien falleció la mañana del último sábado, deja tras de sí una sangrienta estela de muerte y dolor. Nació en Arequipa, fue profesor de filosofía en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y fundó Sendero Luminoso, organización terrorista que, según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, en 1980 inició un baño de sangre que dejó más de 69 mil muertos.

El más grande genocida de todos los tiempos en Perú llegó al mundo hace 86 años. Manuel Rubén Abimael Guzmán Reinoso, su nombre completo, nació el 3 de diciembre de 1934 en Mollendo, en la provincia de Islay, Arequipa. Era hijo natural de Abimael Guzmán Silva, un contador que tuvo 10 hijos con mujeres distintas, y de Berenice Reinoso Cervantes.

Entre 1939 y 1946, Guzmán vivió con la familia de su madre. Después de 1945 vivió con su padre y la esposa de este, Lorquera Gómez de Guzmán, en el Callao, y después en la ciudad de Arequipa, donde estudió secundaria en el Colegio La Salle. Cuando tenía 19 años comenzó sus estudios superiores de Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional de San Agustín, en Arequipa.

ADOLESCENCIA

Ya desde su adolescencia lo atrajo el marxismo y su pensamiento político fue influido por el libro “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, de José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Comunista Peruano. En Arequipa, Abimael Guzmán completó los bachilleratos en Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional de San Agustín. Sus tesis se titularon “El Estado democrático burgués” y “Acerca de la teoría del espacio de Kant”.

Por entonces ya estaba desviando su camino con ideas radicales. En 1962, Guzmán Reinoso fue contratado como catedrático de filosofía por el rector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho. Entonces, el rector era Efraín Morote Best, estudioso del folclor y considerado uno de los precursores de la antropología. Por iniciativa de Morote Best, Abimael Guzmán estudió quechua y se volvió activo en círculos políticos de izquierda.

Fue entonces cuando empezó a atraer a académicos de ideas similares comprometidos en hacer la “revolución” en el Perú. Por esos años visitó la República Popular China por primera vez en 1965, en plena Revolución Cultural. Luego de ejercer como jefe de personal en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, dejó dicha casa de estudios por la década de 1960 y entró en la clandestinidad.

ANTECEDENTES DE SENDERO

En la década de 1960, el Partido Comunista Peruano (PCP) se fraccionó por disputas ideológicas y personales. Abimael Guzmán, quien había tomado una posición maoísta, surgió como el líder de la facción conocida como “Partido Comunista Peruano: por el Luminoso Sendero de Mariátegui”, nombre inspirado en la frase de Mariátegui: “el marxismo-leninismo es el sendero luminoso del futuro”.

Guzmán adoptó el apodo de “Presidente Gonzalo” y comenzó a propugnar una revolución de carácter maoísta dirigida por los campesinos. En sus inicios, Sendero Luminoso se redujo a círculos académicos en las des peruanas. Sin embargo, a finales de la década de 1970, se convirtió en un grupo subversivo con centro de operaciones en Ayacucho.

“LUCHA ARMADA”

El 17 de mayo de 1980, la agrupación terrorista lanzó su guerra contra el Gobierno peruano quemando las ánforas y cédulas de sufragio en Chuschi, Ayacucho.

Sendero Luminoso promovió las ideas y escritos de Abimael Guzmán bajo el nombre de “Pensamiento Gonzalo”, una doctrina que mostraba como una evolución del marxismo-leninismo-maoísmo, con el objetivo de lograr su aplicación en Perú. En 1989 “Gonzalo” declaró que Sendero Luminoso había progresado de ser una guerrilla a hacer una “guerra de movimientos”. Agregó que este era el paso a seguir para lograr un “equilibrio estratégico en el futuro cercano”. Eran tiempos de coches-bomba, torres voladas con dinamita y asesinatos de autoridades y comuneros que no se sometían.

CAPTURA

El 12 de septiembre de 1992, el GEIN realizó la operación “Victoria”, irrumpiendo en una casa de Surquillo y atrapando a Guzmán, Elena Iparraguirre y dos mujeres más: Laura Zambrano Padilla y María Pantoja. La bailarina Maritza Garrido Lecca fue hallada en el primer piso de la casa con su pareja y unos amigos.

Guzmán fue juzgado por una corte militar de jueces sin rostro bajo. Después de un juicio de tres días, Guzmán fue condenado a cadena perpetua y encarcelado en la prisión de la base naval en Callao, cerca de Lima, donde continuó preso hasta su fallecimiento.

SENTENCIA

En 2003, más de 5,000 simpatizantes senderistas presentaron una apelación al Tribunal Constitucional del Perú pidiendo que fuera anulada la sentencia contra Guzmán y otros 1,800 convictos por actividades terroristas. El tribunal accedió, declaró inconstitucional el juicio militar y ordenó un nuevo juicio en el fuero civil. El 13 de octubre de 2006 nuevamente se le impuso cadena perpetua.

Guzmán cumplió su condena en la prisión de la Base Naval del Callao, al igual que su esposa Elena Iparraguirre (“camarada Miriam”) –quien luego fue trasladada al Penal de Mujeres de Chorrillos– y otros cabecillas terroristas. Abimael Guzmán nunca pidió perdón ni disculpas públicas a las víctimas del terrorismo que inició en el Perú.

NEGOCIÓ ACUERDO DE PAZ CON MONTESINOS

Luego de su arresto, en 1992, Abimael Guzmán negoció con el entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos con la finalidad de recibir ciertos beneficios a cambio de poner fin a las actividades terroristas de Sendero Luminoso.

Guzmán apareció varias veces en la televisión y en 1993 declaró públicamente la paz con el Gobierno peruano. Esta declaración dividió a los senderistas. Algunos la aceptaron como un signo de derrota, otros no admitían la realidad y sostenían que era un argumento falso hecho bajo presión.

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