Opinión

Mercantilismo inescrupuloso

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Durante la pandemia se redujeron los ingresos del 99% de las personas de todo el mundo y eso es normal, pues la emergencia sanitaria causó una terrible crisis económica que aún persiste. Sin embargo, hay un reducido porcentaje de millonarios que incrementaron sus ganancias. Entre ellos están los 10 hombres más ricos del planeta, quienes incluso llegaron a duplicar sus fortunas, según el movimiento Oxfam Internacional.

No solo eso. La fortuna sumada de los mayores multimillonarios tuvo en la pandemia “su alza más fuerte jamás registrada, hasta alcanzar su nivel más alto”, a US$13,8 billones. Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates, Mark Zuckerberg y Warren Buffett, entre otros, no pararon de enriquecerse a un ritmo muy veloz. ¿Por qué mientras casi todos la pasan mal, unos pocos están mucho mejor económicamente? Es tan contradictorio que incluso no resiste a ningún análisis del libre mercado, donde las ventas precisan de dinero en los bolsillos de los compradores.

Eso de hacerse ricos mientras otros sufren no es un fenómeno nuevo. Empezó a notarse a fines del 2020, al cumplirse el año de la llegada del COVID. En ese entonces la cantidad de millonarios en el mundo había aumentado en 5,2 millones de personas y superaba los 56 millones en todo el mundo, según una investigación de la firma de consultoría financiera suiza Credit Suisse.

Eso significa que en el primer año de pandemia alrededor del 1% de los adultos en todo el mundo se hicieron millonarios por primera vez. Increíble, pero cierto.

Anthony Shorrocks, economista y autor del Informe Global de Riqueza, sostiene que la pandemia tuvo un “impacto agudo a corto plazo en los mercados globales”, pero esto “se revirtió en gran medida a fines de junio de 2020”. “La riqueza global no solo se mantuvo estable frente a tal agitación, sino que de hecho aumentó rápidamente en la segunda mitad del año”, agrega Shorrocks en un comentario demasiado simplista y complaciente.

La explicación realista estaría en un mercantilismo especulativo e inescrupuloso, lo que no significa necesariamente que todos los nuevos millonarios y los que se hicieron más ricos lo hicieron con mecanismos legales ilícitos o reñidos con la moral. Los oficiales de la policía que aprovecharon la pandemia para crear empresas y vender mascarillas “de cebolla”, que no protegían nada, para sus colegas de la PNP, son una muestra de esta falta de escrúpulos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo. (Continuará)

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba