Opinión

Vargas Llosa y su paso por la política I

Por: Víctor Andrés García Belaunde

Nadie duda del prestigio, fama y genialidad de nuestro gran escritor, pero no estuvo apto para la política, lo que nunca afectó el reconocimiento como literato que tenía en el mundo.

Oí hablar de él desde muy joven y conocí del cariño que guardaba hacia mi abuelo Víctor Andrés Belaunde y hacia mi padre Domingo García Rada a quien le escribió una carta muy afectuosa a raíz del atentado terrorista que sufrió el 24/4/1985, quien había sido su profesor en la facultad de derecho en la Universidad de San Marcos.

Se también del afecto que sentía por la familia Belaunde porque don Rafael Belaunde cuando fue primer ministro y ministro de Gobierno y Policía durante la presidencia de José Luis Bustamante y Rivero, fue nombrado prefecto su abuelo Pedro Llosa en Piura, lo que le permitió vivir en esa ciudad y recoger sus experiencias, de esta forma Arequipa y Piura fueron las ciudades que modelaron su personalidad e influyeron significativamente en sus primeras novelas. Años después votó por Fernando Belaunde en 1962, 1963 y 1980, según el mismo lo comentó.

Durante el segundo gobierno de Acción Popular ante la crisis producida por el asesinato de ocho periodistas y un guía en Uchuraccay, el presidente Belaunde designó a Vargas Llosa para presidir una comisión que investigue el crimen, logrando realizar un trabajo impecable a pesar de los ataques de los adversarios al gobierno. 20 años después la Comisión de La Verdad y Reconciliación reconoció su trabajo, dándole la razón.

Belaunde al observar su entereza de como enfrentaba los problemas, creyó que podría ser en el futuro un buen candidato a la presidencia, pero necesitaba experiencia de gobierno y por eso lo llamó para ofrecerle el premierato ante la renuncia de Fernando Schwalb López-Aldana. Vargas Llosa aceptó proponiendo una lista del nuevo gabinete con muchos cambios. Ante esto el presidente Belaunde le precisó que no lo había entendido bien, que no se trataba de cambiar el gobierno sino solo de primer ministro y de algunos más, porque no podía desprenderse de ministros destacados entre otros como Velarde Aspillaga en Vivienda, momentos en que se estaba reconstruyendo el país después del fenómeno del niño del año 1983. Vargas Llosa declinó al rechazarse los nombres que proponía en casi todas las carteras, personajes que luego muchos de ellos acabaron siendo senadores del movimiento Libertad que fundara posteriormente.

En suma, debemos agradecerle a Vargas Llosa haber puesto al Perú contemporáneo en la escena mundial. Continuará…

(*) Abogado y excongresista.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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