
Tanto la derecha como los libertarios comparten ciertos valores, como la defensa de la libertad individual, la propiedad privada y la libre empresa. También suelen ser críticos con el exceso de intervención del Estado en la economía y la sociedad.
Como ciudadanos, tenemos la obligación de proteger los valores que nos han permitido progresar durante muchos años. Valores como la libertad y los derechos que respaldan el modelo democrático capitalista neoliberal, que nos ha permitido crecer económico, nos ha permitido crear trabajo y no precisamente desde el Estado sino desde el empresariado emprendedor. Nadie puede negar que es un modelo que tiene carencias y debilidades, pero si nos unimos como País en defensa de nuestros principios, puede mejorarse.
Algo que tenemos que aprender de la izquierda es la integración articulada que hace con organismos, y con los mismos movimientos.
La esencia del socialismo es entregarle al Estado todo el poder posible hasta que se convierta en un elefante tan grande que tan pesado de manejar que se convierta en obsoleto. Esta es la burocracia que tenemos. Lo que significa que la Institucionalidad democrática se pierde cuando tenemos un estado tan burocrático que se vuelve ingobernable, inoperable, ineficiente y obsoleto.
La izquierda, moderada, extrema o media, tiene muy en claro que el objetivo principal es acabar con el modelo político democrático occidental. ¿Por qué quiere eso la izquierda? La única razón de por qué la izquierda no le interesa el progreso social, es porque busca la destrucción de un modelo basado en la libertad para imponer el modelo del control.
Obstáculos para la unidad ciudadana.
La falta de líderes capaces de articular un proyecto político que concilie las diferentes corrientes de la derecha y el libertarianismo puede ser un obstáculo para la unidad. Existe una desconfianza mutua y una lucha de egos, entre la derecha y los libertarios, debido a las diferencias ideológicas. Tanto la derecha como el libertarianismo son movimientos diversos, con diferentes corrientes y subgrupos, lo que dificulta la construcción de un proyecto unitario. Sin embargo, la economía social de mercado sí podría ser un punto excelente de encuentro, donde el Estado tengo un rol equilibrado y existan reglas claras para todos los sectores industriales, sin excesos o abusos.
Lecciones de la izquierda
Todas las promesas o discursos que pueda decir la izquierda no solo son mentiras, sino mensajes de “tontos útiles” para multiplicar el poder de la burocracia del Estado. El socialismo siempre ha operado así. Pero construir un relato coherente que conecta sus diferentes demandas y propuestas en un proyecto político es algo que hay que hacer.
La izquierda ha demostrado la capacidad para movilizar a sus bases y generar presión social para impulsar su agenda. A pesar de sus diferencias internas, la izquierda ha logrado construir espacios de diálogo y colaboración entre sus diversas corrientes.
La única manera en que la izquierda meta el comunismo en la sociedad, no es con la ideología del neo marxismo, sino creando polarizaciones, divisiones sociales e inflando el estado como un elefante para terminar destruyéndolo, y haciéndonos creer que así no funciona.
(*) Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.
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