Opinión

LA LIQUIDACIÓN DE UN NEGOCIO ¿Cuál es el proceso?

Por: José Castillo Carazas

Liquidar un negocio es un proceso complejo que implica la disolución y cierre definitivo de la entidad, buscando que todas las obligaciones legales y financieras sean cumplidas según la relación establecida. La recuperación en una liquidación varía ampliamente dependiendo de varios factores, incluyendo el valor de los activos de la empresa, el monto total de las deudas y la categoría del acreedor.

En general, los acreedores con garantías recuperan una mayor proporción de sus deudas, a menudo entre el 70% y el 85%. Los acreedores no garantizados, por otro lado, suelen recuperar mucho menos, a menudo entre el 20% y el 50%. Sin embargo, en casos de insolvencia severa, este porcentaje puede ser aún menor.

Este proceso se lleva a cabo por diversas razones, como la insolvencia, la falta de rentabilidad, la decisión voluntaria de los propietarios, entre otras. Las etapas clave de una liquidación son las siguientes:

  1. Decisión y Aprobación de la Liquidación: Esta decisión debe ser tomada por los accionistas o junta de acreedores, siguiendo el proceso de ley. Dependiendo del caso, esta decisión debe ser aprobada por una mayoría calificada de los accionistas.
  2. Nombramiento del Liquidador: El liquidador es la persona encargada de llevar a cabo todo el proceso de liquidación. Este puede ser un socio, un director o un profesional externo especializado. La designación del liquidador debe ser registrada oficialmente.
  3. Inventario y Evaluación de Activos y Pasivos: El liquidador debe elaborar un inventario detallado de todos los activos y pasivos de la empresa, estas últimas categorizadas según prelación de pagos. Este inventario debe ser aprobado por los accionistas y los órganos directivos correspondientes.
  4. Realización de Activos: Los activos pueden ser vendidos en una subasta pública, a través de ventas privadas, o mediante otros métodos que maximicen su valor. Los fondos obtenidos de la venta de activos se utilizan para pagar las obligaciones de la empresa. Es crucial que el proceso de venta sea transparente y que se obtenga el mejor precio posible por los activos.
  5. Pago a Acreedores: La legislación suele establecer un orden de prelación para el pago de las deudas, dando prioridad a ciertos acreedores, como los trabajadores, las autoridades fiscales, y los proveedores con garantías sobre activos específicos. Una vez satisfechas estas deudas, se pagará a los acreedores comunes.
  6. Distribución del Remanente: Si, quedan fondos disponibles, estos se distribuyen entre los accionistas de acuerdo con su participación en el capital social de la empresa. Este reparto se realiza según los estatutos o, en su defecto, según la legislación vigente.
  7. Cierre Legal y Disolución Formal: Esto implica la presentación de un informe final de liquidación ante las autoridades competentes y la cancelación de la inscripción de la empresa en el registro mercantil.

Con esto, la empresa queda formalmente disuelta y deja de existir legalmente. La liquidación suele ser (i) Voluntaria, es decir, iniciada por los accionistas cuando la empresa aún es solvente; o (ii) Forzada, que es ordenada a través de un proceso concursal por insolvencia, con el objetivo de pagar a los acreedores reconocidos mediante la venta de activos.

(*) Miembro del Directorio de la UPAL y de BLANCO SAF. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas

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