Opinión

Representación o turismo

Lo que conocemos como “semana de representación” tiene como objetivo mantener comunicación con los ciudadanos y las organizaciones sociales por parte de los congresistas y conocer sus preocupaciones y procesarlas en función a las normas vigentes como lo precisa el literal f) del artículo 23 del reglamento del Congreso.

Esta forma de realizar las labores parlamentarias fue creada a fines del año 2009 en base a un proyecto de modificación del reglamento presentado por el congresista tacneño del partido nacionalista Juvenal Ordoñez y en el dictamen que le dio viabilidad a su propuesta no se tomó en cuenta que la representación parlamentaria es inherente al Congresista, porque sería ridículo pensar que, en el desempeño de sus funciones, deja de representar a la nación tres semanas y se ocupa solo una en el electorado que lo eligió. Y tampoco se advirtió que el congresista es elegido por una circunscripción electoral, pero desde el momento que asume sus funciones representa a la nación. ¿Es concebible creer que un parlamentario dejó de representar al pueblo antes de 2009? ¿Cuánto le cuesta al país una “semana de representación” si no se fiscaliza? cuando para reunirse ahora usan desmedidamente las reuniones virtuales y hasta se vota en remoto. Por otro lado ¿qué órgano parlamentario hace los seguimientos a los resultados de lo que ocurre en esa semana? Cuando lo que la prensa nos presenta es solo las llegadas a Lima de los parlamentarios de regreso de un viaje de placer.

Las consecuencias de la “semana de representación” son:

  • Incremento del gasto en viajes pagados por el Congreso, con dudosos resultados.
  • Derroche del egreso presupuestal del Congreso al trasladar asesores, personal de apoyo con viáticos y otros gastos logísticos.
  • Se paraliza el parlamento durante una semana.
  • Varios Congresistas han adulterado fotos apareciendo en lugares que nunca visitaron.
  • Los viajes de representación son muchos de turismo y algunos de placer.
  • Los congresistas elegidos en el exterior pretenden ausentarse 12 días al mes para pasearse por el mundo.
  • Se ha desdibujado la esencia de la “semana de representación” y se ha convertido en el pretexto para el recreo y turismo de muchos parlamentarios.

Se debe velar por la fiscalización del gobierno en todos los ámbitos (nacional, regional y local) que hoy ha desaparecido por la presencia complaciente de parlamentarios que además de la foto pretenden buscar negocios con alcaldes y gobernadores.

El tiempo ha demostrado que la “semana de representación” fue un planteamiento de aquellos que querían pasar un largo descanso semanal en su ciudad de origen y obedeció más a una decisión política antes que técnica. No se conocen las intenciones que tuvo el tacneño Juvenal Ordoñez para hacer su planteamiento pues en el portal institucional del Congreso solo aparece el dictamen de su propuesta más no el proyecto con su exposición de motivos que le dio origen.

Es necesario recordar que en el congreso bicameral los plenos eran tres veces por semana, y las funciones parlamentarias eran permanentes, totales e ininterrumpidas. No es que todo tiempo pasado fue mejor, sino que hubo más institucionalidad y había más respeto al electorado, algo que hoy se minimiza y a su vez se abusa del cargo porque se pretenden quedar 5 años a vista y paciencia de todos dando el ejemplo al caos institucional que hoy padecemos.

(*) Excongresista.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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