Opinión

La filosofía política (II)

El componente ideológico, que descubre y trata la filosofía política, es determinante, pues una situación es con un (a) presidente del Poder Ejecutivo con tendencia a la autocracia, y otra situación es con un presidente (a) del Poder Ejecutivo con tendencia a la democracia, así como una cosa es con un (a) jefe de Estado con tendencia a la democracia formal, y otra cosa es con un (a) jefe de Estado con tendencia a la democracia sustancial, porque éste último será un digno exponente de los tiempos nuevos, en donde los derechos y la igualdad de oportunidades de las personas ya no serán parte de un mero discurso lírico, sino el día a día de una nueva sociedad y de un
nuevo Estado.

En un sentido restringido, la filosofía política corresponde al deber ser de la política, a diferencia de la ciencia política que aborda el ser de la política (la política real de la cual realiza las respectivas investigaciones). En este sentido, la filosofía política es preponderantemente axiología política, incluso por encima de la ontología política, en correspondencia con los principios y valores máximos que informan e inspiran a la política, como son la participación de la población y el bien común en democracia.

Dentro del alcance de este sentido no amplio de la política, no habría en realidad filosofía política para la autocracia, aunque sí teoría y ciencia política; pero no filosofía política, porque la autocracia -en sus diversas formas de “izquierda” o de “derecha”- no se encuentra precisamente inspirada en la participación de la población ni en el bien común, al actuar alrededor de los intereses de una persona o de un grupo de personas, que por más que se justifiquen en los intereses de la misma población, actúan en contra del pueblo.

“La filosofía política va más allá del discurso de  las apariencias, y, desde el ámbito de la axiología política, denuncia el uso del discurso formal referido a la supuesta lucha por la democracia y por el pueblo por parte de sectores de la política ubicados en la “ultraderecha” y “ultraizquierda”.

La filosofía política va más allá del discurso de las meras apariencias que puede implementar determinado político de turno. La filosofía política, desde el ámbito de la axiología política, denuncia precisamente el uso del discurso formal referido a la supuesta lucha por la democracia y por el pueblo por parte de sectores de la política
ubicados en las llamadas “ultraderecha” y “ultraizquierda”.

La filosofía política es consciente que el mejor discurso político es aquel que se realiza después del respectivo ejemplo en el quehacer de la administración de la cosa pública. No valen las vanas promesas que se las ha de llevar el viento.
(*) Analista político

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba