
Esta columna se escribe antes del inicio del conteo rápido. De momento todo parece indicar que Keiko Fujimori será la próxima presidenta del Perú. El informe a boca de urna la pone por encima de Pedro Castillo con una diferencia exigua de 0.6 % de ventaja. A esto hay que sumar los votos del extranjero con lo cual se ampliaría ese margen más a o menos a 2% y se concretaría el triunfo de Keiko. Sin embargo, hay que ser prudentes y esperar resultados más confiables y de carácter oficial.
Hablamos de ser prudentes, actitud que deben asumir los dos bandos en contienda. Pero lamentablemente mientras todos íbamos a votar, la señora Dina Boluarte, candidata a vicepresidenta de Castillo, concedió una entrevista a un medio argentino. En esta entrevista con Juan Cruz Castiñeiras dice: La única forma que ganara la señora Keiko es a través del fraude. Es decir, admite que no reconocerán los resultados si les son adversos.
A esto se suma que a las 7.38 de la noche Pedro Castillo tuiteó: Desde Tacabamba le pido a nuestros personeros y personeras estar atentos a defender cada voto. Convoco al pueblo peruano de todos los rincones del país a asistir en paz a las calles para estar vigilantes en la defensa de la democracia.
¿A qué se refiere el candidato comunista con asistir en paz a las calles para estar vigilantes en la defensa de la democracia? Pedir que salgan a las calles en estos tiempos y ante resultados parciales, es una grave irresponsabilidad. Esto sin duda tiene relación con ciertos grupos de desadaptados que salieron a vociferar ¡FRAUDE! en las calles.
La estrategia está clara. Ante la derrota electoral incendiar la pradera para desestabilizarlo todo, no dejar gobernar a la presidenta electa y en mares revueltos navegar hacia una maniobra que les permita tumbarse al gobierno electo democráticamente. La gran preocupación es si Sagasti y su ministro del interior tendrán la capacidad y las ganas de poner orden y garantizar una transferencia limpia y sin violencia. Particularmente pienso que no.
Por su parte Keiko Fujimori habrá de seguir en el papel de conciliadora, reforzando su posición y ya pensando como estadista y no como candidata. Nos ha demostrado en este último y corto período de la campaña que es capaz de encabezar un proceso de reconciliación nacional incluso desde antes de asumir el gobierno en julio próximo.
Al respecto de su gobierno, me permito recordarle las palabras de San Juan Pablo II en su homilía de la Misa para los jóvenes en el hipódromo de Monterrico de Lima en febrero de 1985dijo: Construid un Perú más fraterno y reconciliado. Construid un Perú mucho más justo. Construid un Perú sin violencia, siempre anticristiana. Construid un Perú donde reinen la honestidad, la verdad, la paz. Construid un Perú más humano, donde el misterio de cada hombre se viva a la luz del misterio de Dios. En esas palabras, en ese pequeño párrafo, se encierra todo un plan de gobierno. Que Keiko Fujimori lo tome como plan propio y nos lleve a un Perú más justo, fraterno y reconciliado.
¡VIVA EL PERÚ!
(*) Analista político
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.