Opinión

Vela Barba y la mafia caviar

Por: Luciano Revoredo Rojas

La Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público confirmó la suspensión por 8 meses y 15 días del fiscal Rafael Vela, sin goce de haber por infracción administrativa muy grave. Luego de esto y como corresponde la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, dio por concluida su designación y designó a sus reemplazos en la coordinación nacional de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Lavado de Activos, en la Segunda Fiscalía Superior Nacional Especializada en Delitos de Lavado de Activos y el Equipo Especial de Fiscales.

Por supuesto que la mafia caviar ha tomado esta situación como una verdadera tragedia. Lo cierto es que Vela además de las faltas que le han costado esta suspensión tiene muchos temas sobre los que dar una explicación.

Vela y su camarada y compañero de aventuras José Domingo Pérez además de responder por los supuestos signos exteriores de riqueza que tendrían un desbalance con relación a sus ingresos, deben responder por el fracaso en el caso Odebrecht y por el acuerdo vendepatria que realizaron con esa organización criminal.

Ambos Vela y Pérez son un par de fracasados que la caviarada canonizó en vida. Recordemos cuando los medios debidamente aceitados competían en panegíricos y ditirambos para esta dupla de impresentables, que pasaban de ser hombres del año a ser los más carismáticos y elegantes, a la par que valientes. Cuando en realidad no eran más que un par de mediocres al servicio del lagarto Vizcarra y la mafia caviar.

Hay que tener memoria y recordar el papel que jugaron durante la campaña para desestabilizar a Chávarry y entregar la Fiscalía de la Nación al control del Lagarto Vizcarra, hay que recordar como el propio Vizcarra regresó intempestivamente de Brasil cuando se pensó que Chávarry los iba a hacer a un lado. No hay que olvidar tampoco cómo acosaron al presidente García, un acoso injustificado que lo llevó a su prematura muerte, como tampoco debemos olvidar como tras poner tres veces en prisión a Keiko Fujimori, el pintoresco coleccionista de autos de alta gama José Domingo Pérez, nunca pudo probar nada en su contra y sus intentos de acusación le fueron devueltos hasta siete veces.

¿Dónde quedaran ahora los aplausos y la admiración que este dúo despertaba entre una población desinformada por el aparato de comunicación del progresismo peruano encabezado por el IDL de Gorriti?

Que nos sirva de experiencia, los jueces y fiscales no deben ser figuras mediáticas ni populares, su trabajo debe ser realizado con la mayor discreción, por su parte los medios de comunicación deben abstenerse de pretender influir en la administración de justicia. Cuando no se dan estas condiciones, el terreno es fértil para la politización de la justicia y su uso de manera arbitraria.

Que la caída de Vela y la que esperamos de Pérez nos sirvan de ejemplo para que en el Perú no se repitan situaciones como las que hemos reseñado.

(*) Analista politico

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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