
Nuevas denuncias contra el presidente Pedro Castillo y su entorno más cercano salen a la luz día tras día, ya no es necesario esperar una semana para esperar alguna noticia grave sobre su actuar. En estos días hemos visto noticias sobre actos delictivos cometidos por la familia, por el mismísimo jefe de Estado, o por funcionarios que lo acompañan.
Son hechos lamentables porque nos lleva a una situación inédita porque en pocos meses han quedado al descubierto diversos hechos delictivos en agravio del estado peruano. La existencia de una organización criminal reconocida por el fiscal de la nación y también reconocida por la Comisión de Fiscalización del Congreso es algo que nunca habíamos conocido. Es impresionante cómo se han repartido los roles para llevar a efecto una serie de actividades delictivas.
Las denuncias y audios que se vienen conociendo son, por decir lo menos, vergonzosos porque desde los primeros días que llegaron a Palacio empezaron con estos hechos. Dejan al descubierto cómo han venido repartiéndose los cargos ministeriales y puestos en funciones públicas.
Y aquí quiero hacer una mención aparte: no deja de preocuparnos la intervención del expresidente Francisco Sagasti quien se reúne el 25 de julio del año pasado con Castillo, antes que este asuma la presidencia, y, al día siguiente, se deja sin efecto los requisitos para el nombramiento del secretario general y así llega Bruno Pacheco quien no tiene ninguna calidad intelectual ni moral para haber ejercido un cargo de tanta relevancia.
Por otro lado, lamentablemente el Congreso no toma ninguna actitud para sacar de Palacio de Goobierno al señor Castillo. Al señor Martín Vizcarra se le vacó por mucho menos, pero en este caso no hay intención de tomar el toro por las astas y decidir la vacancia. Simplemente no lo hacen porque hay varios congresistas que también están involucrados en actos delictivos y concertados con Castillo. Soy optimista y creo que en algún momento el Congreso puede tomar la decisión de vacar a Castillo, tal como lo hicieron con Vizcarra frente a la presión de la opinión pública.
La prensa debería hacer un llamado a la opinión pública para que actúe y presione al Congreso a fin de que se tomen medidas inmediatas.
(*) Exdecano del Colegio de Abogados de Lima
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