Opinión

Un país sin cabeza

Por: Víctor García Toma

Quiero precisar con preocupación que en estos días se ha notado claramente el desplome de la atención de los servicios públicos esenciales y, como consecuencia de ello, muchos ciudadanos peruanos se han visto privados de recibir de manera oportuna y, sobre todo, de manera adecuada, el correspondiente Documento de Identidad Nacional (DNI), la Licencia de Conducir (lo que llamamos brevete) y, lo que es peor aún, el pasaporte, documento indispensable para poder salir del país.

Además, lamentablemente, nos hemos enterado que por la falta de sentido común y coordinación entre los distintos sectores involucrados, la semana pasada miles de personas quedaron varadas en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, frustrando así el deseo de esa gente de disfrutar de un reparador descanso aprovechando los días feriados por la Semana Santa. Del mismo modo se vieron afectadas las salidas a distintos puntos del país para presenciar los tradicionales actos religiosos que año tras año se llevan a cabo en muchos lugares del interior del país.

En el Cusco estamos sufriendo dos días consecutivos los embates de paralización en base a un programa de lucha trasnochado que, en todo caso, el gobierno debió atender y corregir, además de señalar el rumbo para solucionar ese pedido.

Y, como telón de fondo, se vuelve a afectar los ingresos que por efectos del turismo interno y externo recibe el país; además del maltrato que se le da a quienes con buena fe deciden venir al Perú a conocer las maravillas que la naturaleza nos ha dado.

¿Qué hay detrás de todo esto que viene ocurriendo en el país? Evidentemente una falta de dirección, carencia de técnicos adecuados, la imposibilidad de poder prevenir y corregir los problemas sociales inmediatos.

En resumen, hoy el Perú vive azotado por la corrupción y la inseguridad ciudadana, pero, también estamos viendo que sufre los embates de la debacle burocrática. Una lástima.

(*) Expresidente del Tribunal Constitucional

(*) Exministro de Justicia

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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