Opinión

Un crimen que se pudo evitar (ll)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

El asesinato de Sheyla Cóndor, a manos del suboficial PNP Darwin Condori, tiene no solo el antecedente de enero del 2023, cuando este y otros dos policías fueron denunciados por violación y una jueza se negó a dictarles la prisión preventiva pedida por el fiscal.

Con mucha frecuencia se detiene a policías subalternos, oficiales y hasta comisarios involucrados en hechos delictivos. Hace apenas una semana arrestaron al comisario de Apolo (La Victoria) y, cuatro meses atrás, al de

La Tinguiña (Ica) por graves delitos. Actualmente, hay cientos de policías en actividad investigados. Ante el espeluznante caso de Darwin Condori, el general Marco Conde, jefe de la Dirincri, exclamó: “no vamos a permitir que malos policías manchen a la PNP”. El asunto es que ministros del Interior y jefes policiales, desde gobiernos anteriores, vienen diciendo exactamente lo mismo, pero sus palabras resultan solo saludos a la bandera. Siguen apareciendo policías delincuentes, asesinos y hasta psicópatas, como Darwin Condori.

Repetimos, hay cientos de denuncias de policías denunciados, muchos de ellos involucrados en bandas criminales dedicadas a extorsiones, secuestros y sicariato. Y eso, sin contar a los que aún o son puestos al descubierto. Porque al interior de la PNP parece haber una tendencia a hacerse de la vista gorda.

En el caso del policía Darwin Condori, por ejemplo, la madre de la víctima hasta imploró y lloró en la comisaría de Santa Luzmila, en Comas, para que busquen a su hija, pero rechazaron su denuncia. Recién ahora el Ministerio del Interior ordena la intervención de dicha comisaría por esa falta grave. Y recién, también, se enteran de que este asesino y otros dos policías fueron denunciados por violación en enero del 2023, pero una jueza se negó a dictarles prisión preventiva y la PNP solo les dio seis meses de suspensión. Hay muchos jueces y policías eficientes y honestos, pero cuando este tipo de errores se hacen recurrentes y la inacción de las autoridades también cae en la reincidencia, toda la institución se ve afectada por el desprestigio.

¿Qué exámenes psicológicos les están haciendo a los postulantes a la PNP? ¿Qué perfil se debe tener para ser policía? Además de mejorar los filtros, es necesario limpiar la institución de las manzanas podridas que ya están adentro. Está en manos del ministro del Interior y del director general de la PNP, ahora sí, ponerle coto a esta situación. De ellos depende que los discursos y promesas, como aquello que hicieron también muchos de sus antecesores, esta vez no sean solo palabras que se las lleva el viento. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo. 

 

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