¿Cómo evalúas un proyecto de negocio para invertir?
A menudo recibo ideas de negocio que tienen como objetivo desarrollar un nuevo producto o servicio y lanzarlo al mercado y/o ampliar la capacidad instalada de producción de su oferta actual. Como punto de partida debo indicar que todo proyecto tiene una esencia, no solo por las particularidades del sector en el que se desarrollarán; sino por la tecnología que aplicarán y la forma en cómo se ejecutará. Un proyecto debe contar con un inicio y un fin; de esta forma se trazará una línea que representen las tareas a ejecutarse para una implementación exitosa.
No debemos olvidar que, un proyecto será promovido para financiarse. El proyecto, naturalmente, será presentado como algo excepcional. Es lógico pensar que, a nadie se le ocurriría presentar un proyecto para evaluación con un flujo de caja negativo o que no tenga una excelente proyección de mercado.
Luego de validar el sector en el que se desarrollará el proyecto, sus etapas y, sobre todo, quiénes liderarán la ejecución; evalúo un proyecto partiendo de tres preguntas: (i) ¿Cuánto y cómo ganará el proyecto?; (ii) ¿Cuánto y cómo ganaré yo si invierto?; y (iii) ¿En cuánto tiempo recuperaré mi inversión? SOLAMENTE, si estas tres preguntas me hacen sentido, el sector me parece atractivo y la “primera impresión” respecto a la ejecución del proyecto la “siento” razonable (algunos llaman a esta sensación “feeling”), paso a evaluar criterios un poco más estándares que me permitan validar: (i) la VIABILIDAD del proyecto; (ii) la RENTABILIDAD estimada; y (iii) Si los RIESGOS ASOCIADOS serán tolerables dentro de mi perfil. En general, la evaluación de proyectos de inversión, toman en cuenta estos criterios:
Rentabilidad, estimar el retorno esperado del proyecto y si es adecuado para el capital invertido.
Riesgo, evaluar los factores de riesgo asociados; entre los que están los operativos, financieros, de mercado y legales.
Período de Recuperación, calcular el tiempo que demorará el retorno del capi- tal invertido; ya sea vía dividendos o vía devolución.
Beneficios Sociales y Ambientales, evaluar si, además de los beneficios económicos, se ha considerado el impacto social y ambiental.
Sensibilidad, considerar escenarios en los que el proyecto se “estrese” por diferentes variables, así se medirá la solidez y adaptabilidad.
Capacidad de Financiamiento, tener presente las formas sobre las que el proyecto se financiará y su estructura de capital.
Competencia, validar que el mercado no esté saturado, evaluando tanto la competencia como la demanda potencial.
Viabilidad Técnica, contar con un informe de viabilidad técnica y un equipo experto y de experiencia para su implementación.
Compliance, verificar que el proyecto cumpla con todas las regulaciones.
Imagen, considerar cómo el proyecto impactará la imagen de la empresa y su reputación.
Finalmente, es vital actuar responsablemente al evaluar un proyecto. Tómese su tiempo sin presiones para sentirse cómodo con su inversión.
(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas