Opinión

Se nos rompe la cadena de pagos (pero Casio sube sus ventas)

Por: José Castillo Carazas

Clara Mente este es un problema. ¿Cómo se origina un rompimiento de la cadena de pagos y qué efectos genera en los empresarios? Hemos llegado a la primera quincena del nuevo año, que sin duda será de muchas turbulencias y estamos empezando a cosechar las acciones sociales que se sembraron en el 2022.

En el año 2020, para afrontar la crisis sanitaria SARS – COVID 19 el gobierno peruano lanzó, entre otros, el programa “Reactiva Perú” con el fin de apoyar, supuestamente, a las pequeñas y medianas empresas para que puedan reaccionar ante un seguro rompimiento de la cadena de pagos y mitiguen sus efectos sobre la liquidez de sus negocios.

El rompimiento de la cadena de pagos en un país es un fenómeno que se produce cuando, por diversas razones se paraliza el movimiento económico corriente u ordinario.

Ante esta situación, las empresas, por un lado, dejan de cobrar los ingresos generados y, en consecuencia, no pueden atender sus deudas de forma regular. El primer impacto es que la calificación de crédito de las empresas empeora y los bancos restringen sus créditos; adicionalmente los inversionistas de capital postergan la recuperación de sus inversiones y/o cobro de sus rendimientos y temen por el retorno de su inversión. Como el mercado tiene que acomodarse y la sensación de riesgo sube, para seguir operando, las empresas tendrán que obtener dinero a un costo más caro.

Las marchas intensificadas al interior del país desde el mes pasado vienen afectando negocios y distintas operaciones no solo de las regiones sino también de proveedores y clientes de Lima. Pongamos como ejemplo el sector de entretenimiento y turismo, el cual por cierto ya venía muy afectado durante la crisis sanitaria. ¿Se imaginan el golpe al sector hotelero en Arequipa, Cuzco y Puno? ¿Cómo estarán pasando este momento los restaurantes de esas ciudades? ¿El mercado interno les da como para mantenerse sin turistas? El que estos negocios no puedan desarrollarse con normalidad genera, por ejemplo, incumplimiento en las planillas e incrementos en las tasas de desempleo.

¿Qué debemos hacer para no salirnos de control? Optar por una reprogramación inteligente, ser PROPOSITIVOS, buscar a los acreedores, explicarles el retraso y plantear una reprogramación de deuda que esté alineada con la coyuntura del sector. Por el lado de inversionistas privados, aunque la coyuntura puede haber generado algún atraso, si está controlado y no excede un plazo de 15 días, no debería ser de mayor preocupación.

Toda situación de riesgo o impacto trae consigo una oportunidad. Miremos el caso de CASIO, la prestigiosa marca japonesa que hoy es tendencia en redes y que no solo ha multiplicado sus ventas e incrementado el valor de sus acciones en el mercado japonés; quizás lo más importante es que los “CASIO LOVERS” salieron a defender la marca y ello genera un impacto favorable de mayor relevancia. Aprovechar esta oportunidad hará que Casio no llore, sino que FACTURE.

(*) José Castillo Carazas es Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C.

(*) Miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en

Banca y Finanzas

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