“Rojos y caviares complotaron contra mi gobierno”

Por: César Picciotti

Manuel Merino, el efímero presidente de la República que sucumbió tras una sostenida protesta popular, cree que su destitución se debió a un complot izquierdista, donde rojos y caviares maquinaron para desprestigiarlo y colocar en su lugar a un personaje que, como Francisco Sagasti, se ajustaba mucho mejor a sus intereses.

Afirma que él nunca tuvo una “guardia pretoriana” que intervino en la muerte de Inti Sotelo y Jack Pintado, jóvenes que murieron asesinados en las marchas de protesta de noviembre del 2020. Manifiesta que hoy la Mesa Directiva del Congreso “nos mantiene adormecidos”, y que Yonhy Lescano tiene propuestas personales que se respetan, pero que los trapos sucios, definitivamente, se lavan en casa.

Congresista Merino, al parecer el tiempo le da la razón en cuanto al señor Martin Vizcarra. ¿Qué nos podría decir acerca de todo lo que vamos conociendo acerca del expresidente?

Es bueno saber que el señor Vizcarra tenía todo un sistema conspirativo para perennizarse en el cargo. Y ello lo pudimos apreciar desde el momento en que conspiró contra el señor Pedro Pablo Kuckzynski y convocar -posteriormente- a un nuevo Congreso que pensó estaría a su servicio. Pero se encontró con un Parlamento que, pese a estar dividido en varias bancadas, supo hacerse respetar y defender la institucionalidad, recobrando el equilibrio de poderes. Sus ataques no cesaron y, más aún, arreciaron cuando no le dimos el voto de confianza al señor Cateriano y, posteriormente, con la aparición de los audios que lo comprometían con el señor Richard Cisneros. Luego, ya todos conocimos el tema de su vacunación en secreto.

A propósito, ¿usted cree que hay otra lista de vacunados que hasta el día de hoy no se conoce?

Por supuesto. No puede haber vacunas desaparecidas como nos quieren contar, sino vacunas utilizadas. Lamentablemente el señor Málaga aún no es colaborador eficaz. Cuando lo sea habrá más de una sorpresa. Este es un tema delincuencial; no puede ser que mientras miles de peruanos mueren de coronavirus, los allegados a Vizcarra se hayan vacunado burlándose de todos nosotros.

Congresista, el tema de las marchas de noviembre lo perseguirán para siempre. Sin embargo, su nombramiento como presidente de la República se ajustó a ley, no hubo ninguna violación a la Constitución en todo caso.

En primer lugar, mi nombramiento como Jefe de Estado fue plenamente constitucional. Eso no está ni siquiera en debate. En segundo lugar, recordemos que, por esa época, estaba en plena discusión el tema del Presupuesto General de la Republica. Estábamos apenas a 15 días de debatirla. Hoy, esa ley está tan igual como la que presentó el señor Vizcarra, es decir, le da al gobierno de turno la posibilidad de estar protegido por los medios de comunicación, políticos, opinólogos y demás personajes que viven de consultorías al más alto nivel. Nosotros no encajamos en ese sistema y por eso los sectores ultras –rojos, caviares y otros– complotaron en nuestra contra para mantener sus privilegios. Así de simple.

Ninguna autoridad salió a defender, en todo caso, el sistema democrático que usted representaba.

Nadie, ni la fiscal de la Nación que, pese a saber que había medidas restrictivas por el tema sanitario, nunca denunció a los diversos políticos que se aprovecharon del momento, como el señor Humala, la señora Mendoza, el señor Guzmán y otros que salieron a las calles a marchar. Todos ellos, e incluso el señor Sagasti, complotaron contra mi gobierno y son ellos los que deberían estar denunciados ante el Ministerio Público y no yo. El mundo al revés. Ahora la señora Ledesma está callada en mil idiomas. Son los medios de comunicación independientes los que deben de denunciar estos manejos en nuestra política, con grupos de izquierda enraizados dentro del aparato estatal.

¿Qué opina de la actual mesa directiva del Congreso?

Bueno, nos tiene adormecidos. Cuando yo entré a la presidencia del Congreso, encontramos una institución desactivada, un Congreso que apenas instalado tuvo que lidiar con la cuarentena del señor Vizcarra. Y, si nosotros no tomábamos la decisión de quedarnos hasta las 5 de la mañana para poder instalar la mesa, el señor Vizcarra iba a estar en el balcón, petardeando al Parlamento sin que el Parlamento pueda funcionar. Felizmente logramos modificar el reglamento del Congreso para que pueda funcionar en forma virtual, sino otros hubieran sido los resultados. Ahora no se cita personalmente a los ministros. Las sesiones son aburridas, con 200 persona mirando las sesiones, cuando antes teníamos a más de 4 mil. La dinámica del Congreso ha decaído.

¿Qué opinión le mereció el debate del domingo?

Una pena. No se trataron los temas de fondo: la salud, la economía paralizada. Qué pasa con el oxígeno, las camas UCI, cómo enfrentar la pandemia en general. Las generalidades no convencen al pueblo. Las preguntas fueron inducidas, con determinadas posiciones políticas comunistas, como por ejemplo la que se le formuló a la señora Keiko, con una ONG chilena que desprestigia a la policía, poniendo en debate la muerte de los jóvenes Sotelo y Pintado. Lo de Sotelo y Pintado debe investigarse, pero bajo ese esquema no puedes botar a la calle a 18 generales de la policía.

¿Qué opina de su candidato, Yohny Lescano, que tiene posiciones que lindan con el izquierdismo?

Lo respeto. El trabajo hecho por Acción Popular en el Congreso le ha valido a Lescano y lo ha sabido cosechar. Sus opiniones se respetan. Los trapitos sucios se lavan, en todo caso, en la casa.