
Dirigida por el cineasta británico Kenneth Branagh, quien nació justamente en Belfast ubicado en Irlanda del Norte, lugar en donde la película transcurre y que le brinda el nombre a este filme ambientado a fines de los años 60’. Las diferencias religiosas que están convulsionando el tranquilo pueblo de Belfast originará una guerra civil entre sus pobladores en donde la vida del pequeño Buddy, quien vendría a ser el auto retrato del director, se verá envuelto en diferentes cambios dentro de su entorno vivenciando los problemas económicos de su familia, la tensión social y el dilema que comenzará a vivenciar junto con sus padres sobre la posibilidad de quedarse en Belfast o emigrar.
El guion de la película, realizada en su totalidad por Kenneth Branagh, se nutre mucho de las vivencias de su infancia en Belfast, en donde el niño actor Jude Hill de 11 años posee características muy similares al que el director tenía en su infancia, convirtiéndose en su debut cinematográfico tras algunos trabajos en televisión. La gran mayoría del casting se compone de actores nacidos en Irlanda del Norte y algunos otros específicamente siendo de Belfast, con el objetivo de darle un sentido de pertenencia a la película.Convirtiéndose en un filme que llama a la reflexión ante los problemas que sitúan las guerras entre comunidades, habiendo sido grabada en blanco y negro priorizando la luz natural en la mayoría de escenas, es un producto que logra ser atractivo y emotivo para un cierto sector de personas que tuvieron que plantearse el salir de su zona de confort para buscar un mejor futuro lejos de sus amistades de siempre, familiares y costumbres de la localidad. Todo ello es lo que explora el largometraje de una manera eficaz. Sin embargo, la película no ha sido concebida para ser comprendida por completo para todo público, conocemos y entendemos que hay un conflicto entre la comunidad de Belfast pero se termina desconociendo la religión del protestantismo que toma mucha importancia durante toda la historia asumiendo que el espectador ya conoce esta corriente religiosa. Además, es acompañado de conveniencias del guion durante el tramo final sobre todo con el incomprensible comportamiento de cierto personaje en específico que ayuda lo suficiente para remarcar el mensaje que se quiere transmitir en los minutos prosiguientes.
Por ende, Belfast es una muy buena película que logra tomarse su tiempo para conocer a la comunidad de la capital de Irlanda del Norte tomando simpatía y conciencia ante las problemáticas que una guerra civil puede conllevar, conteniendo así un gran mensaje detrás, nutriéndose de los hechos reales de la infancia del director Kenneth Branagh que sirvieron para construir esta cinta. De esta manera logra ser muy emotiva, pero sobre todo logrará conmover aún más a las personas que han transitado por situaciones similares. Después de todo, son nuestras memorias los que nos marcan.
CALIFICACION: BUENA ✩