Opinión

Radiografía de mi Perú: cuando se abusa del poder

Por: Alicia Barco Andrade

La historia de Cristo fue igual, un arquetipo de abuso de poder

Desde la traición y el juicio injusto hasta la tortura y la crucifixión. La manipulación de la ley para fines egoístas y la crueldad infligida a un hombre que predicaba el amor y la justicia son un espejo doloroso de cómo el poder puede ser pervertido para silenciar la verdad y oprimir la bondad. La conexión entre el abuso de poder y la crueldad, ejemplificada en la pasión de Cristo y en los horrores de la historia humana, nos interpela profundamente. Nos recuerda la fragilidad de la justicia y la constante vigilancia que se requiere para evitar que el poder se convierta en un instrumento de tiranía. La política, en su esencia más pura, debería ser el antídoto contra el abuso, el marco que garantice la protección de los derechos y la promoción de la dignidad humana.

¿Cuál es el origen de esta crueldad?

La conexión entre el abuso de poder y la crueldad, ejemplificada en la pasión de Cristo y en los horrores de la historia humana, nos interpela profundamente. Nos recuerda la fragilidad de la justicia y la constante vigilancia que se requiere para evitar que el poder se convierta en un instrumento de tiranía. La política, en su esencia más pura, debería ser el antídoto contra el abuso, el marco que garantice la protección de los derechos y la promoción de la dignidad humana. Es importante notar que la manera en que Jesús ejerció el poder a menudo desconcertó a sus contemporáneos, quienes esperaban un Mesías que ejerciera un poder político y militar para liberar a Israel de la opresión romana. El poder de Jesús fue de una naturaleza diferente, un poder espiritual y moral que transformaba vidas y ofrecía una nueva esperanza.

La Historia del Perú ha sido ha sido marcada por el abuso de poder y opresión

Desde la brutalidad de la Conquista y la Colonia, pasando por la inestabilidad y el autoritarismo republicano, hasta la persistente desigualdad socioeconómica, los conflictos internos con graves violaciones de derechos humanos, la corrupción sistémica, la represión de protestas y la discriminación racial y étnica. La historia nos muestra lo feo que puede ser el abuso de poder, como cuando grupos de personas han sido maltratadas y asesinadas solo porque eran diferentes. Esto es lo mismo que le hicieron a Jesús: gente con poder lo trató muy mal, aunque él solo hacía el bien. Sufrimiento como el suyo nos recuerda que el poder sin amor ni justicia es muy peligroso.

¿Qué daño moral ocasiona el abuso del poder?

El abuso de poder genera un profundo daño moral en las víctimas, manifestándose en la pérdida de confianza, sentimientos de impotencia y vulnerabilidad, deterioro de la autoestima, y problemas de salud mental como ansiedad, depresión y TEPT. Paradójicamente, las víctimas suelen experimentar culpa y vergüenza, lo que puede llevar al aislamiento social. Además, el abuso daña la identidad y el sentido del ser, dificulta la formación de relaciones futuras saludables, y la falta de justicia y reparación prolonga su sufrimiento. El abuso de poder deja cicatrices emocionales y psicológicas duraderas.

(*) Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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