Al momento de redactarse este artículo, no se conoce cuál es el resultado del debate sobre la admisión de la moción de vacancia presidencial en el Congreso.
Lo ideal es que se haya admitido para que pueda debatirse el tema de fondo y el presidente Castillo tenga la oportunidad de defenderse y explicar no solo los temas que sustentan la moción, sino también los hechos destapados en los últimos días, como las visitas subrepticias a la casa de Breña por lobistas y mercaderes con negocios con el Estado.
En primer lugar, pretender limitar las explicaciones presidenciales al contenido de la moción, como si los nuevos hechos no existieran es un despropósito. Es el conjunto de hechos los que deben debatirse, aclararse, refutarse, etc.
Me parece que causal suficiente es la contradicción antiética en el proceso de ascensos militares; el presidente dijo en sesión solemne de instalación del Gobierno el 28 de julio que se aplicaría la meritocracia y no el amiguismo, pues sucedió todo lo contrario. Se trató de imponer lo que se había negado y, como no funcionó, se optó por pasar al retiro a los comandantes generales del Ejército y la Fuerza Aérea, como represalia por su “no acatamiento”. Más claro, ni el agua.
La reincidencia en despachar en la casa de Breña, lo que ya se había perpetrado en agosto y se volvió a dar pese a la advertencia de la Contraloría General de la República, pero esta vez con el agravante de la presencia de contratistas del Estado y personajes extraños ingresando a ese lugar entre gallos y medianoche, es un tema de tanta trascendencia que no puede dejar de aclararse.
Pero, más allá del resultado de la admisión o no, lo que será revelador es quiénes votan a favor o en contra de la misma y cuáles son las motivaciones de dichos votos o cambios de votos.
Por ejemplo, es un verdadero escándalo que el congresista Luis Gustavo Cordero Jon Tay haya sido exonerado de investigación en la Comisión de Ética del Congreso por haber agredido salvajemente a su pareja hace algún tiempo, delito que quedó impune y que era una oportunidad para sancionarlo, pues no tiene moral quien actúa de esa manera.
Pero de una manera por demás extraña, la mayoría de la Comisión lo blinda y acto seguido él y su hermana, la también congresista María Cordero Jon Tay, ambos de Fuerza Popular, retiran su firma de la moción de vacancia. ¿Qué dirá su partido sobre este acto tan bochornoso? También hemos visto cómo algunos líderes de sus partidos, han aparecido junto a Vladimir Cerrón, quien no iba a ser ni portero de un ministerio, pero ahora asiste como una especie de jefe de un conjunto de bancadas como el Partido Morado, Juntos por el Perú, Somos Perú, Podemos Perú, que se han echado al régimen, dejando de lado sus principios democráticos si es que los hubieran tenido en algún momento. El mercantilismo de Alianza para el Progreso ya es conocido y lo ratificó en una conferencia de prensa en la puerta del Congreso. Esperemos que algunos disidentes honestos de esos grupos que deben estar buscando prebendes gubernamentales, voten con honor en favor de la admisión a debate.
Supongo que los ciudadanos demócratas, tomarán muy en cuenta estos hechos al momento de decidir por quién depositarán su voto en las próximas elecciones.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
