Opinión

¡Qué gane el fútbol!… que gane Messi

“Leo” regresó lanzándole ese mensaje al mundo. Ese mensaje que sirve para la vida misma, para aquellos que piensan que todo está perdido y que ya no hay más que buscar, anhelar, soñar o alcanzar.

Lionel Messi demostró que es tan ser humano como cualquiera, a pesar de hacer cosas tan irreales y abstractas dentro de un rectángulo. Él se puso al descubierto tras perder cuatro grandes finales y decir hasta aquí llego yo.

Pero, su esencia no le permitió abandonar y dejar todo hasta ahí con su selección. Le tocó pasar varios días de depresión, de dolor, aquella tristeza que seguramente no lo dejaba dormir por no haber conseguido hasta ese entonces un título con la Argentina. Una reacción telúrica, que parecía que nunca le ocurriría a un super héroe con tantos poderes como Messi: también es de carne y hueso.

Pero, su grandeza se demostró más adelante, cuando volvió más humano que nunca, más grande que todos. Las leyendas también se caen y vuelven a levantarse, y eso fue lo que hizo, volver a la escena repotenciado convencido de poder alcanzar esos objetivos que se había trazado desde que salió de su natal Rosario.

“Quiero terminar mi carrera y haber ganado algo con la selección argentina, y si no haberlo intentado todas las veces posible, y no quedarme con la sensación de que no se me dio y dejé pasar oportunidades… Debo levantarme, volver a intentarlo y volver a estar otra vez… Creo que ese es el mensaje para los niños, para los chicos que me siguen, que les gusta verme, no solo para el fútbol sino para la vida”

“Leo” regresó lanzándole ese mensaje al mundo. Ese mensaje que sirve para la vida misma, para aquellos que piensan que todo está perdido y que ya no hay más que buscar, anhelar, soñar o alcanzar. Un mensaje que genera empatía, y que nos hace entender que cualquier obstáculo, decepción o traspié no nos puede tumbar, que lo ideal es ponernos de pie con la frente en alto y seguir intentándolo.

El argentino perdió cuatro finales: Capa América Venezuela 2007, Copa del Mundo Brasil 2014, Copa América 2015 y Copa América Centenario 2016. Pero la verdadera “bestia” se puso de pie, volvió a intentarlo y junto a un equipo, junto a un plantel que iba en sintonía a la del 10 conquistaron la Copa América 2021 ante Brasil y en el mítico Maracaná tras 28 de sequía. Luego del pitazo final, Messi se arrodilló como agradeciéndole a Dios, y de inmediato todo el equipo se volcó a abrazarlo en una demostración de que el fútbol había hecho justicia. Lionel lo consiguió, y así acallaba a miles de detractores, a aquellos que lo criticaron por no ganar nada con la albiceleste. Finalmente lo hizo, y como capitán levantó la copa. Pero, aún falta la más grande, esa que aún le exigen sus contrarios, los que están al acecho para cuestionarlo y sacarlo del pedestal de número uno.

Este domingo 18 de diciembre, Lionel Messi volverá a jugar una final de Copa del Mundo. Esta vez será Francia, la vigente campeona. Esta podría ser su última posibilidad de subirse al pedestal mundial. El mundo pide que gane el fútbol, que gane Messi.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button