La irrupción de miembros de Hamas en territorio de Israel y el alevoso y cruel ataque simultáneo, por aire, mar y tierra, con saldo de muerte y destrucción, pero además y muchísimo más grave, asesinándose a personas indefensas, hasta niños recién nacidos, con decapitaciones y violaciones, nos hace preguntar si tales acciones fueron y son ejecutadas por seres humanos.
No existe razón ni justificación valedera para la violencia y, menos para una tan cruel e inhumana como la que el mundo ha sido testigo entre miembros de Hamas y población civil de Israel, que superaba a cualquier película de terror, e incluso también a los actos de guerra cometidos antaño. Un horror que se piense hasta en exterminio.
Es muy difícil entender que en pleno segundo milenio, en el siglo XXI, con el avance tecnológico, con instituciones que se supone velan por la paz mundial, con miles y miles de páginas en tratados internacionales que se suscribieron para preservar la paz o para recuperarla en caso de afectación, no se haya podido prevenir el conflicto ni que con tantos años de beligerancia se hubiera logrado la ansiada paz.
¿Cómo entender las diferencias en este mundo alocado, en que se pueden emplear multimillonarios recursos en armas, pero que existan personas que se mueren de hambre? Y no es una simple frase sino una realidad en muchos lugares del planeta, donde mueren hasta niños por inanición y donde hay carencias de atención médica y medicinas.
También parece increíble que, existiendo notorias necesidades de infraestructura en muchísimos de nuestros países, tanto en carreteras, puertos, aeropuertos, hospitales y colegios, se gaste en la destrucción de los existentes que luego para reponerlos, se tendrán que usar los recursos que estuvieron destinados para otros menesteres.
Y sin ir muy lejos, no se puede comprender esta escalada de violencia que hay en el mundo. ¿Cómo justificar la agresión de la Federación Rusa a Ucrania? ¿Cómo entender que continuamente Corea del Norte amenace a sus compatriotas del sur y al resto del mundo? ¿Cómo comprender los actos de terrorismo en diversos confines del universo? Todo ello nos hace pensar que estamos locos.
No cabe en nuestro intelecto ver en nuestra patria actos de violencia y muerte, como los que acabamos de ver contra inspectores de SUTRAN que hacían su trabajo. Tampoco podemos entender a quienes bajo absurdos pretextos toman aeropuertos, cierran carreteras e impiden el transporte de mineral que en buena medida soporta los gastos del Estado. Igualmente es inentendible que se asalte por sorpresa a militares y policías que tratan de combatir al terrorismo como al narcotráfico. Ni menos aún comprender que a gentes que en nuestra patria se les ha acogido, cometan homicidios y otros crímenes de magnitud.
Se hace urgente en nuestro planeta que psiquiatras, psicólogos y sociólogos se pongan a investigar los orígenes y motivaciones de tanta violencia y nos ayuden a superarlas y ponernos a todos en el camino de la paz, del desarrollo y del bienestar al que aspiran los seres humanos. Muchos han venido degenerando al nivel de chacales.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
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