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¿Por qué se presentan tantos sismos en Perú?

Nuestro país se encuentra ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, región donde el planeta libera más del 85% de su energía acumulada

El Perú es un país sísmico por naturaleza y periódicamente estamos expuestos a esos inesperados sacudones que nos hacen saltar de nuestros asientos. De hecho, a diario ocurren entre cinco y ocho sismos que no son percibidos por la población, pero sí son registrados por el Instituto Geofísico del Perú (IGP); pero hay otros que sí traen consecuencias como el reciente temblor de 6.1 grados ocurrido en Sullana, el que remeció Mala en junio pasado o el lamentable terremoto de Pisco en el 2007 que dejó 600 fallecidos, aproximadamente.

Entonces, volvemos a preguntarnos por qué tiembla la tierra. ¿Qué hace que el suelo peruano sea más endeble que otros? La respuesta, según el jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, es que el Perú es uno de los países de mayor potencial sísmico debido a que forma parte del denominado “Cinturón de Fuego del Pacífico”, región donde la Tierra libera más del 85% de la energía acumulada en su interior.

CUANDO SE MUEVE EL PISO

Para entender por qué tiembla, con cierta periodicidad, el suelo que pisamos habría que describir qué es el Cinturón de Fuego del Pacífico, que no es otra cosa que el resultado directo de la  tectónica de placas, el movimiento y la colisión de las placas de la  corteza terrestre. Los estudios indican que se formó como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas, las cuales se mueven como resultado de procesos internos del planeta.

En mayo de este año el IGP recordó que en los últimos 50 años  se han producido 35 de los más intensos terremotos en la historia del país, ocho de los cuales se registraron en  Arequipa, cinco en Ica e igual número en Tacna, entre otras regiones. Además, dio cuenta de que la historia sísmica peruana registra más de 140 terremotos de considerable magnitud, 15 de ellos por encima de los 8 grados y otros 20 entre los 7.5 grados y 7.9 grados, los cuales causaron desolación, muerte y destrucción.

“El movimiento de placas es un proceso muy importante para que nuestro planeta siga en evolución. Debido a este proceso se han formado las cordilleras, volcanes y toda la morfología de nuestro país”, precisa el doctor Hernando Tavera.

En la charla magistral “¿Lima está preparada para un sismo de gran magnitud?”, Tavera añadió: “Conociendo nuestro escenario sísmico, el Instituto Geofísico del Perú contribuye a la gestión del riesgo de desastres para una adecuada y efectiva toma de decisiones que sirvan para la prevención y mitigación de los peligros naturales como los sismos. Somos un país altamente sísmico, por ello, es importante considerar la importancia sobre la gestión del riesgo de desastres como cultura de prevención”.

TRAMPAS MORTALES

Antes de fallecer en julio del 2019, el ingeniero y sismólogo Julio Kuroiwa fue una de los personajes más consultados por los periodistas para conocer cuáles son los motivos de los sismos y qué medidas adoptar cuando se produce un movimiento telúrico.

Precisamente, en una entrevista señaló lo siguiente: “Las placas de la Tierra siempre se están moviendo y, al rozar una con la otra, acumulan mucha energía, la cual tiene que liberarse”. Kuroiwa, quien fue uno de los estudiosos más dedicados a la investigación de los movimientos sísmicos, explicaba que “cuanto mayor sea el silencio sísmico, mayor será la magnitud del terremoto. Si el suelo es blando, como en la parte baja del Callao, el peligro será mayor.

El principal riesgo es vivir en construcciones asentadas en suelos blandos, tener una casa sin columnas es sumamente riesgoso y lamentablemente en los asentamientos humanos que rodean Lima hay cientos de miles de viviendas con esa característica. Las construcciones de tapiales (construcción sin columnas), como las que existían durante el terremoto de Huaraz, deben prohibirse. Son trampas mortales”. En esta parte final de su respuesta, Kuroiwa se refería al terremoto del 31 de mayo de 1970 ocurrido en Áncash con un posterior alud, convertido en aluvión, que dejó una estela de muerte y destrucción al norte de Lima.

EDIFICIOS Y CONDOMINIOS

La proliferación de grandes edificaciones en Lima y otras zonas urbanas del país también significan un grave peligro frente a un fuerte movimiento telúrico y no precisamente porque la construcción vaya a colapsar, sino por el desconocimiento de la gente que muchas veces hace caso omiso a los frecuentes simulacros que realiza el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci).

“Si estamos en los pisos altos, la intensidad se agudiza con la altura. Con sismo de intensidad 7 no se puede caminar y tratar de evacuar por las escaleras es un riesgo muy alto. Según la experiencia que se tiene, hay que ubicarse cerca de la caja del ascensor, porque es muy rígida. Es el mejor sitio para guarecerse hasta que pase el temblor o terremoto. Una vez que terminó, se debe aplicar el plan familiar que ya se ha entrenado, lo mismo en el colegio o centro de trabajo. Luego buscar refugio en un sitio seguro, como un parque, entre otros”, indicaba el sismólogo.

En esa línea, los especialistas recomiendan a la población cumplir con los simulacros programados y tener a la mano una mochila de emergencia debidamente acondicionada.

TERREMOTOS MÁS INTENSOS EN EL PERÚ

  • 1586: Lima y Callao, 9 de julio. Magnitud: 8.6 grados.
  • 1866: Tacna, 13 de agosto. Magnitud de 8.6. 1746: Lima y Callao, 28 de octubre. Magnitud: 8.4. Acompañado de un tsunami que causó grandes daños en ambas ciudades.
  • 1970: Región Áncash. Magnitud: 7.9. Dejó 25 mil fallecidos, aproximadamente.
  • 2007: Pisco (Ica), 15 de agosto. Magnitud: 7.9. Murieron 597 personas.

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