“El pueblo gobernará”
Cuándo nos dicen algo que queremos escuchar eso nos causa felicidad y muchas veces los políticos se aprovechan de esa reacción netamente humana para ofrecer cosas que ellos saben que no podrán cumplir, pero saben que al solo escucharlas uno se sentirá atraído a votar por ellos. Eso es demagogia y esta campaña electoral está plagada con ese concepto.
Hay una palabra en particular que acompaña estas falsas promesas y que está siendo utilizada hasta el cansancio, Pueblo. “El pueblo decidirá”, “el pueblo pone la agenda”, “cuando el pueblo lo ordene”, “el pueblo gobernará”.
Tenemos una población con más de 33 millones de peruanos y todos somos parte del “pueblo” peruano. Si el pueblo gobernará, ¿significaría que los 33 millones nos pondremos de acuerdo? Imposible, claro que no!, pero ¿entonces cómo es?
A mi parecer lo que quiere decir el señor Castillo (él usa esta palabra en casi todas sus oraciones) es que él será el representante elegido del pueblo y por lo tanto el que gobernará. Si él decide subir los impuestos, lo hará en nombre del pueblo; si él se compra un avión privado, es decisión del pueblo; si decide expropiar tu casa, es por orden del pueblo. ¡Qué tal poder!
Y el congreso? ¡Si se opone, se cerrará en nombre del pueblo! ¿Y la defensoría de pueblo? ¡Desaparecerá porque así el pueblo lo pide! En pocas palabras poder total y absoluto escudándose detrás del pueblo. Algunos podrán decir, “pero esa es la democracia” o “esa es la política”, ¡todos mienten!
Entonces si a sabiendas y pensando que esa es la democracia, que esa es la política, cuando todo eso suceda, ¿tendremos algún derecho al reclamo? Cuando estemos empobrecidos y la cúpula que gobierna se haya hecho rica, gracias al pueblo (como Chávez, Maduro, Evo, etc., etc.), ¿podremos reclamar?
Recuerden nos están mintiendo y lo sabemos, pero al votar por ellos aceptamos esa mentira como verdad y les damos permiso para saquearnos y empobrecernos.
El Perú es un país muy rico que con un/a presidente preparado y patriota, con un buen plan de gobierno y un equipo de profesionales capaces puede lograr grandes beneficios para todos los peruanos. No debemos capitular ante el comunismo y el totalitarismo para lograrlo. Recuerden una vez entregado el voto, no hay lugar a reclamo, el arrepentimiento llegará muy tarde y muy probablemente hayamos sentenciado a nuestros hijos a vivir en la pobreza o a salir del país para vender caramelos en algún otro lado del mundo.
La demagogia, si no es reconocida a tiempo, se apoderará de nuestra democracia, nos hundirá en la pobreza y en el caos moral. El voto de cada uno es decisivo, en democracia es nuestra forma principal de ejercer nuestro poder democrático. No votar es capitular.
(*) Ingeniero Industrial Northeastern University, Boston MA USA CIP 222992
Magister en Administración y Finanzas, University of New Hampshire, Durham, NH USA
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