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“Perú es el país con más muertes por dengue”

Exministro de Salud, Hernando Cevallos, afirma que hemos aprendido muy poco de las lecciones que nos dejó del COVID

  • Hernando Cevallos también cuestiona la gestión de la presidenta Dina Boluarte, de quien dice que se mantiene en el cargo porque es útil a sectores del Congreso.

POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

El exministro de Salud, Hernando Cevallos, en entrevista con nuestro canal digital La Noticia Perú, señaló que la epidemia del dengue era una oportunidad para que el Gobierno haga conexión con la realidad de los sectores más pobres, pero ha sido lo contrario. Lamenta que seamos el país con la mayor tasa de mortalidad por dengue en la región, debido a la pésima gestión de la exministra Rosa Gutiérrez, a quien —según dijo— mantuvieron en el cargo solo por dar una imagen exitosa.

¿Cuál es su análisis ante la crisis sanitaria por el dengue?

Este problema tiene que ver con un problema de fondo en el país, que es el acceso o derecho a los servicios de salud que está alejado de mucha gente. Con el dengue vemos una inacción del Ministerio de Salud porque esto se debió prever hace varios meses y tomar las medidas, desde el punto de vista epidemiológico. Es inaceptable que seamos el primer país en la región con mayor número de fallecidos, esto significa que hemos aprendido muy poco tras la experiencia del COVID-19. Este problema no solo es sanitario, es consecuencia de que el Estado no está tomando las medidas con un compromiso intersectorial que tiene que ver con viviendas, el sistema de transporte, la agricultura. El dengue no solo mata a la gente no solo por el virus, sino también por la miseria, por la exclusión de millones de personas. Son casi 9 millones de personas que no tienen acceso al agua potable, y es fácil entender cómo el mosquito encuentra recipientes donde la gente acumula agua, y facilita la propalación de este flagelo.

¿Qué parece la exministra Rosa Gutiérrez?

Había informes desde enero, cuando se reportaron 9 mil casos, que alertaban de este riesgo. En ese momento, el Minsa y el Poder Ejecutivo debieron optar por la implementación de medidas para evitar la reproducción del vector (el mosquito), lo que significa una campaña de movilización social, de fumigación casa por casa, eliminar los inservibles, preparar los establecimientos de salud para recibir una mayor cantidad de pacientes, conocer a que zonas el dengue golpea más y acondicionar mayor número de camas. Luego salió la ministra a decir que el tema estaba controlado, cuando a las dos semanas teníamos el doble de fallecidos. Esto fue un error, desde el punto de vista de un mensaje a la ciudadanía y también al interior del Minsa. Fue un mensaje inmovilizador y se le dijo a la población y a los trabajadores de salud ‘ya tenemos todo resuelto’, y ahora tenemos más de 145 mil contagios.

La exministra demoró mucho en dar un paso al costado y el gobierno en removerla.

Se mantuvo por razones políticas, por dar una imagen exitosa o de estabilidad al Ejecutivo, pero lo que hizo es provocar un gran daño a la salud de los peruanos. El Gobierno ha estado actuando más por conveniencia política que por realidad sanitaria. Trataron de echarle la culpa al clima, responsabilizar a los gobiernos locales, regionales; pero de ninguna manera a la falta de una estrategia para enfrentar el dengue. Pero también hemos visto una lentitud en el Congreso, no solo por la ministra, sino por la situación de salud general del país que debe pasar por una reforma profunda.

Los gobiernos le han prestado poca atención a la grave situación del sistema de salud.

Está claro que a los que dirigen el país no les interesan los problemas sociales. Desde hace décadas, el sistema de salud está olvidado. El 80 o 90% de los establecimientos de salud se caen a pedazos, hay una falta de equipamiento y recursos de salud muy grande, hay provincias enteras que no tienen las cuatro especialidades básicas para atender a la población. Esto nos demuestra que a los grupos de poder no les interesó proteger a la sociedad peruana y darles las mínimas condiciones en vivienda, educación, salud.

¿Cómo califica el manejo que se le dio a la pandemia del COVID-19 en el gobierno de Martín Vizcarra?

Hay 234 mil fallecidos y una serie de denuncias con la vacuna porque se las aplicó quien no debía, porque hubo tráfico de influencia. Es una vergüenza.

¿Cuál es su opinión sobre la gestión de Dina Boluarte?

No solo llegó de manera irregular al Gobierno, sino que no ha podido legitimarse. Renunció a la vicepresidencia y ahora es la cerecita del pastel de los que perdieron las elecciones y encima demuestra una enorme ineficiencia. En el caso de las lluvias fue patético ver a su ministra de Vivienda que la paseaban en una tina para que no se moje los zapatos, una desconexión con la realidad y los sectores más pobres. El dengue era una oportunidad para conectarse con la gente, y lo que ha hecho es aumentar la indignación. Bolaurte no puede convocar abiertamente a la población porque es repudiada y le dicen de todo. Después de la represión y las muertes en las protestas, ella siente que no hay dónde retroceder y se mantiene ahí porque es útil para sectores del Congreso.

“NO DIERON DERECHO A ANTEJUICIO A CASTILLO”

¿Cuál es su opinión respecto a lo ocurrido con Pedro Castillo?

Está claro que Pedro Castillo cometió una infracción constitucional cuando anuncia el cierre del Congreso y eso fue un error, pero debió ser procesado en el marco de la Constitución. No tuvo derecho a un antejuicio y a que los procesos que acompañan la vacancia se cumplan. Debió haber tenido derecho a explicar las razones por las que comete esa infracción, y el Congreso tomar la decisión de destituirlo o no. Para que lo pudieran detener, el expresidente debió haber sido destituido. Él no firmó ningún documento, nadie disuelve el Congreso sin convocar a las Fuerzas Armadas, es un procedimiento absurdo lo que hizo.

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