Opinión

Periodismo informativo sesgado

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Cuando Tim Davie asumió el cargo de director de la BBC, en su discurso destacó la importancia de la imparcialidad en el periodismo informativo. Muchos periodistas que suelen criticar o defender al gobierno en las redes sociales —tanto en Inglaterra como en otros países— objetaron el argumento de Davie. Sin embargo, una cosa es lo que afirma un periodista, ejerciendo individualmente su derecho a la libertad de expresión, en sus redes sociales, mientras que otra, la postura que debe adoptar en un medio si su función es informar y no opinar. A menos que se encargue del editorial o una columna de opinión.

Se están confundiendo las cosas. Todos los días en los canales de televisión observamos a movedizos reporteros, con sus micrófonos en mano, correteando a los políticos, a los que no solo les hacen preguntas —como debe ser—, sino también los critican y acusan directamente, con un tufo de odio en sus palabras, de delitos aún no probados. Otros, cuando entrevistan a un personaje que no es de sus simpatías, antes de hacer una preguntan pronuncian encendidas opiniones, cuando esa no es la función de quien desarrolla ese género periodístico, que es de interpretación y no de opinión.

Ocurre que muchos colegas convierten sus deseos y aspiraciones en noticia de primera plana y, ante los rumores que suelen correr por las redes sociales, se aventuran a dar la “primicia”.

Recordemos lo que decía la periodista Claudia Toro en febrero del 2022: “Una información que nos ha llegado de Palacio de Gobierno. Hay fuentes allegadas al señor Pedro Castillo de que en las próximas horas —está esperando también, me parece, la publicación de algunos programas dominicales—, pero que ya tiene una decisión tomada con respecto a su renuncia. Pedro Castillo podría renunciar en las próximas horas (…)”. Han pasado más de cinco meses y Castillo sigue en Palacio de Gobierno. Ayer, en las redes se difundía un video donde dicha periodista aparece bailando con congresistas, analistas y otros personajes, todos de una misma posición política.

Por más que tengan derecho a asumir una posición política y expresarla, los periodistas no debemos considerar el ejercicio de esta profesión como si fuera el camino para formar un partido o defender consignas políticas. Tenemos, sí, la responsabilidad de difundir la verdad con imparcialidad. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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