El ex fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, señaló que el expresidente Martín Vizcarra utilizó “a su ahijada” Zoraida Ávalos y a Pablo Sánchez, ambos fiscales, para sacarlo del cargo y así librarse de las 47 denuncias en su contra por su gestión como gobernador regional de Moquegua. Además, sostuvo que a Vizcarra y al periodista Gustavo Gorriti, director de IDL son sus principales enemigos.
En entrevista con Canal B, Chávarry refirió que detrás de la campaña destructiva en su contra, encabezada por IDL de Gustavo Gorriti y secundada por Transparencia y Proética, por sacarlo del cargo, había un interés de “la ahijada de Vizcarra”, Zoraida Ávalos, por entrar a la Fiscalía de la Nación.
De otro lado, Pedro Chávarry afirmó que Pablo Sánchez, en un hecho que calificó de ilegal y delictuoso, se aprovechó de su cargo de fiscal de la Nación para filtrar a Gustavo Gorriti audios que no tenían contenido penal, pero que servían para desdibujar la imagen de la persona a la que atacaban.
“Es un hecho delictivo porque se trata de un documento fílmico que, por estar en custodia, debía estar bajo siete llaves. No se puede sacar estos documentos sin corroborarlos y cotejarlos para dárselos a otra persona”, afirmó. Chávarry dijo que sus problemas empezaron cuando a los pocos días de haber asumido el cargo, descubrió que Pablo Sánchez había archivado la denuncia contra Martín Vizcarra por el caso Chincheros.
Opinó que Odebrecht es el organillero de la campaña para evitar que una persona seria llegue al Ministerio Público, y ponga al descubierto los millonarios escándalos de corrupción.
“A raíz de esos audios editados con Hinostroza, me ocurrió algo que nunca me había pasado en mi carrera. Los congresistas allegados a Vizcarra como Gino Costa, Gloria Montenegro… me pusieron 37 denuncias constitucionales, pero ninguno de esos congresistas se atrevió a denunciar a Odebrecht”. “El poder lo tenía Odebrecht”, sentenció.
DICE QUE COLCHADO LE PIDIÓ QUE MIENTA A SU PERSONAL DE SEGURIDAD
Pedro Chávarry afirmó también que el jefe de la Diviac, Harvey Colchado, amenazó a su personal de seguridad para que mienta al decir que él les había ordenado ingresar a su oficina lacrada para retirar ciertos documentos supuestamente vinculados a la investigación contra Keiko Fujimori. “Como esos efectivos no aceptaron, se les abrió un proceso disciplinario y se pidió su baja”, reveló.
