El Dalái Lama, líder espiritual del Tíbet, decía que “Al igual que los días que llegan y terminan, así son los amigos, unos se quedan y otros se van, lo importante es que cuando estén su amistad sea significativa”. ¿Pero qué significativa pudo haber sido la amistad del hoy presidente Pedro Castillo con Zamir Villaverde? Este personaje se infiltró en el entorno de Castillo a punta de favores que luego quiso cobrar caro. Caído en desgracia, ahora niega su amistad con el presidente y ha conseguido su libertad a cambio de convertirse en delator o colaborador eficaz, pero está cayendo en serias contradicciones.
Dicen que el pez por la boca muere. Por un lado, Villaverde afirma que en la licitación del Puente Tarata III “la empresa que ganó no recibió ningún dinero del Estado, no pagó ningún dinero de coima, (…)”. Sin embargo, en los audios que él mismo proporcionó a la Fiscalía, supuestamente le habla de “100 grandes para usted” al exministro Juan Silva, a quien luego le dice que es solo “un adelanto” y “buena señal”.
Entonces, ¿hubo o no soborno o cutra?, como le decimos coloquialmente los peruanos al “provecho o dinero obtenido de un particular por un funcionario o empleado, con abuso de las atribuciones de su cargo”, según el diccionario de la RAE.
En una confusa narrativa, Zamir Villaverde le ha contado a la Fiscalía, a la Comisión de Fiscalización del Congreso y a la prensa que hubo fraude electoral en las últimas elecciones. El hoy colaborador eficaz suelta una serie de fechas y nombres, con evidente incoherencia, para lanzar graves acusaciones contra Castillo, el presidente de la JNE(Jorge Luis Salas Arenas), Vladimir Meza (exalcalde de Huaraz investigado por presunta corrupción) y Silvia Barrera (exalcaldesa de Villa María del Triunfo y amiga del exsecretario presidencial Bruno Pacheco).
Villaverde intenta pasar como una mansa paloma, pero su oscuro pasado lo condena. Su verdadero nombre es Marco Antonio Zamir Villaverde García y ha sido señalado por la lobista Karelim López ante la Fiscalía como el operador de la presunta mafia enquistada en el MTC.
Para empezar, Zamir Villaverde tiene en su haber dos condenas y un paso por el penal Castro Castro desde antes de involucrarse con el poder político. Su historial policial es muy largo. Mañana continuamos. Porque lo que digo y escribió siempre lo firmo.
