Opinión

País desarrollado y sueño

Por: Rafael Velásquez Soriano

Una nación que crece económicamente, como es el caso de nuestro país, está en el camino correcto para convertirse en un país desarrollado, garantizando la seguridad de su población. Algunos podrían decir que lo que menciono es una utopía, pero en esta vida todo es posible.

Perú posee la riqueza necesaria, empezando por la minería. Actualmente, forma parte de la Alianza del Pacífico, que abarca un tercio del mercado global. Entonces, ¿qué nos falta? El objetivo principal es erradicar principalmente la pobreza, comenzando por eliminar definitivamente el analfabetismo que aún persiste en este siglo.

Además, es esencial que la educación se fortalezca en todos sus niveles. De esta manera, cuando llegue el momento, la nación estará en manos de los profesionales más capacitados en sus respectivas especialidades. Estos profesionales tomarán las riendas del país, dejando la corrupción en una posición desventajosa. Obviamente, estos profesionales traerán consigo una ética admirable, ya que su formación profesional será a prueba de todo. No serán tentados por nada, porque el sueldo que recibirán será acorde a su nivel profesional. Esto les permitirá vivir tranquilos y no caer en la corrupción que tanto daño ha hecho al Perú, frenando su crecimiento económico.

Como pueden ver, convertirse algún día en un país desarrollado no es un sueño lejano ni una fantasía despierta. Puede hacerse realidad porque tenemos todas las condiciones necesarias. Por ejemplo, cuando organizamos los Juegos Panamericanos 2019, todos pensaban que no íbamos a terminar con las obras requeridas para este importante evento deportivo. Sin embargo, Perú logró llevar a cabo estos Juegos Panamericanos, exhibiendo hermosas instalaciones deportivas. Esto nos dejó como un buen ejemplo de que, si nos proponemos un objetivo, nosotros, los peruanos, nos sentimos capaces de lograrlo.

En la actualidad, en nuestro país queda pendiente la realización de grandes infraestructuras que nos pongan en el camino de la modernidad. Un ejemplo de esto es la mancomunidad Yauyos-Cañete, que desde el 1 de noviembre del año pasado instaló una moderna planta de tratamiento de residuos sólidos para obtener energía eléctrica. Este sistema moderno fue traído de Noruega, donde transforman 300 mil toneladas de basura al año en energía.

Esto representa una verdadera solución ecológica al problema de los vertederos o rellenos sanitarios que han causado tantos dolores de cabeza a los municipios distritales. Ahora, Yauyos y Cañete, mediante una mancomunidad, se han unido para tratar los residuos sólidos y convertirlos en energía eléctrica de uso doméstico y energético, evitando la contaminación del medio ambiente.

La mancomunidad busca producir energía eléctrica para beneficiar a los habitantes de estas zonas, especialmente en las partes altas de la sierra. Así, también podrán calentar a sus animales que sufren durante las heladas. El paso dado por Yauyos Cañete en la instalación de una planta moderna que trata los residuos sólidos es un buen indicio de que el país desea dar ese paso hacia la modernidad. Nada es imposible cuando se quiere lograr un objetivo deseado.

En síntesis, todos debemos prepararnos sin excepción para que, cuando llegue el momento, nos encuentre sólidos y no tambaleantes. Solo Dios sabe cuándo llegará este momento glorioso para el paraíso que nos dio como país.

(*) Exdecano del Colegio de Contadores Públicos de Lima

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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