
POR: HILMER GASCO SAAVEDRA
El exdirector de Inteligencia del Ministerio del Interior, José Luis Gil, opinó que, en lugar de priorizar la lucha contra el crimen organizado, el Ministerio Público, bajo la gestión de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, se ha convertido en una plataforma caviar de derechos humanos.
En conversación con La Noticia, dijo que, mientras hay infinidad de casos importantes relacionados con la criminalidad que no son atendidos por falta de fiscales, existen 40 fiscalías especializadas en derechos humanos con cerca de 1,000 trabajadores que no tienen nada que hacer.
“En el Perú no se están cometiendo secuestros, desapariciones forzadas, no hay torturas. O sea, no hay ningún elemento que sustente la existencia de este ‘elefante blanco’ que son las Fiscalías de Derechos Humanos, cada uno con sus fiscales y personal administrativo, como no tienen carpetas fiscales, se dedican a perseguir policías, perseguir militares, a líderes y partidos políticos”, añadió, al sostener que la Fiscalía ha dejado atrás su principio de luchar contra la criminalidad para convertirse en un persecutor político.
“La necesidad urgente es la lucha contra el crimen y no la lucha contra los fantasmas de los derechos humanos”, sentenció. Además, el exmiembro del GEIN, que capturó a Abimael Guzmán, indicó que el Ministerio Público, dominado por los caviares, empezó a fortalecerse cuando se les permitió conducir la investigación, debilitando la función de la Policía, que tenía como principio investigar para detener. Añadió que los fiscales lograron que se les permita detener para investigar.
“Esta mutación los hace ver erróneamente que, como ya no hay terrorismo, ya no se necesita fiscalías de terrorismo, y de cuatro la han reducido, a una. De ello se han aprovechado los fiscales progresistas o caviares para hacer crecer las fiscalías de DD. HH. a 40”, afirmó.
PIDE QUE CONGRESO Y JNJ ELIJAN A FISCALES MÁS CALIFICADOS
José Luis Gil opinó que el Ministerio Público continúa bajo el dominio de la mafia caviar, por lo que propuso la inmediata remoción de esa costra caviar, que son los fiscales supremos y la mayor parte de fiscales superiores, y que inmediatamente tanto el Congreso como la Junta Nacional de Justicia se dediquen a elegir con otros estándares a fiscales de mayor calidad que, si los hay, pero prefieren mantenerse en silencio para no perder sus trabajos.