Opinión

Mentiras, corrupción e impunidad

Por: César Ortiz Anderson

El partido político que hoy nos gobierna es Perú Libre, un partido que buscaba llegar al poder para destruir la gobernabilidad del país. Hagamos memoria con el expresidente Pedro Castillo: tuvimos un periodo tambaleante en la política peruana. Es cierto que nuestra llamada clase política, desde antes, ha tenido problemas, como el tener cinco presidentes en cuatro años, solo superado por Argentina, que en la crisis política de diciembre del año 2001 tuvo cinco presidentes en 11 días.

Pedro Castillo, con los primeros indicios de corrupción familiar y amical, manejó desde su despacho en “la casa de Sarratea” en el distrito de Breña, un acto que lo llevó a retrasar la economía del país y retroceder en la institucionalidad.

La única vicepresidenta vigente, Dina Boluarte, asumió la presidencia el 7 de diciembre del año 2022, en medio de diversos disturbios, marchas y protestas, por la inestabilidad política que dejó Castillo.

Quien debería postular para ese cargo era el hoy prófugo Vladimir Cerrón, quien había sido excluido por el Jurado Nacional de Elecciones, ya que tenía una sentencia de prisión suspendida que pesaba sobre el exgobernador de Junín y líder del partido Perú Libre que hoy nos gobierna. Hasta aquí queda claro que Dina Boluarte era parte de ese cogollo que hoy nos gobierna.

Hoy, Vladimir Cerrón ha cumplido un año y dos meses como prófugo de la justicia. Curiosamente, el hermano de la presidenta, Nicanor Boluarte, también está prófugo y varios han seguido ese ejemplo, la última nada menos que la fiscal del caso “Chibolín”.

La mandataria Boluarte tiene varias acusaciones. El caso de los Rolex y la operación de arreglo facial a la que fue sometida reflejan la banalidad y la falta de empatía que tiene con el pueblo. No por gusto tiene un 3% de aprobación, lo que es una muestra de la desastrosa gestión que está realizando, donde la inseguridad ciudadana viene llegando a indicadores alarmantes. La delincuencia asesina gente todos los días en el país y Dina Boluarte piensa en operaciones estéticas.

Finalmente, Dina Boluarte debería dejar Palacio para terminar con tanto desastre que ha hecho sucumbir la institucionalidad democrática del país.

(*) Presidente de APROSEC.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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