Opinión

Medios de comunicación, elecciones y corrupción

EDITORIAL

Resulta curioso y sospechoso que los grupos mediáticos, los grandes conglomerados empresariales de medios de comunicación, hayan decidido tomar partido por cualquier otro candidato, menos por Rafael López Aliaga, quien tiene como una de sus principales propuestas “cadena perpetua para los políticos corruptos y expulsión de Odebrecht junto a todos sus cómplices peruanos”. Es evidente que respaldan a Yonhy Lescano, George Forsyth y Verónika Mendoza. Son libres de hacerlo, claro está, pero ¿por qué lo hacen si no encajan con sus consabidas posiciones políticas?

Por un lado, los consorcios de la prensa juegan sus fichas hasta por candidatos de izquierda, mientras que por otro han desatado una andanada de ataques en artillería pesada contra López Aliaga. Le dedican portadas, editoriales y artículos en un desesperado intento por evitar que salga elegido. Habría que preguntarse por qué ciertos canales de televisión y diarios han puesto los pies en polvorosa desde que el mencionado candidato prometió sacar del país a Odebrecht, la empresa que protagonizó, junto a políticos y funcionarios, el más grande escándalo de corrupción de todos los tiempos en el país.

¿No será porque ciertos mandamases de estos consorcios están involucrados en la corrupción de Odebrecht? Tan es así que una de las empresas del llamado “Club de la construcción”, que jugaba en pared con Odebrecht, lleva el apellido de uno de esos personajes: Graña y Montero, una compañía que admitió haber realizado el pago de un soborno de S/ 12.5 millones para lograr el otorgamiento del proyecto de la carretera Quinua-San Francisco en la ciudad de Ayacucho, del organismo Provías Nacional en el año 2011. Ojo, esa coima corresponde a una sola obra, cuya inversión total estaba valorizada en 476.7 millones de soles. ¿Cuánto dinero sucio corrió por lo bajo en otros proyectos?

López Aliaga no es tonto. Desde hace rato viene advirtiendo este entuerto y ha dejado en claro sus sospechas de que en el debate electoral organizado por el JNE le podrían tender una emboscada. Hizo saber, por ejemplo, que uno de los moderadores elegidos es el periodista Pedro Tenorio, quien un tiempo trabajó nada menos que para la empresa Odebrecht. Agrega que, para colmo, la otra moderadora, la conductora de televisión Mónica Delta, lo difamó en una columna de opinión.

Por la salud de la democracia, López Aliaga debe asistir al debate. Su presencia es importante dado que es uno de los favoritos, según las encuestas. Es preciso que en dicha contienda todos participen en igualdad de condiciones y no inclinen la balanza para ningún lado.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button