Resguardados por un fuerte contingente policial para evitar que provoquen actos de violencia, miles de manifestantes, muchos de ellos llegados desde provincias, tomaron las calles del Centro de Lima para exigir el cierre del Congreso y expresar su respaldo a Pedro Castillo.
Un grupo de personas avanzó por la Av. Grau hasta la Av. Abancay, donde fue retenido por un cordón policial. Los manifestantes trataron de continuar por la fuerza su recorrido, por lo que los agentes del orden se vieron obligados a dispersarlos con bombas lacrimógenas.
Otro piquete de manifestantes se movilizó desde la Plaza Dos de Mayo por la Av. Nicolás de Piérola, mientras que un tercer grupo se concentró en la plaza Grau.
Las sedes del Palacio de Justicia, el Poder Judicial, El Ministerio Público y el Congreso de la República estuvieron resguardadas por fuertes contingentes policiales. Asimismo, por la noche un grupo de universitarios tomó la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para exigir el adelanto de elecciones generales.
