“Mafia caviar y fiscales politizados e ideologizados cercaron a Alan García”
Exmiembro del GEIN José Luis Gil los responsabiliza de la muerte del expresidente
A cinco años de la trágica muerte de Alan García, el exintegrante del GEIN José Luis Gil señaló que el expresidente fue víctima de la mafia caviar manejada por Gustavo Gorriti, que —según dijo— se encargó de instrumentalizar una narrativa perversa para convertirla en delitos, todo con el único objetivo de desaparecerlo de la escena política.
“Los que se han prestado para esto son fiscales ideologizados y politizados y manipulados por la IDL, de Gustavo Gorriti, para cercar a Alan García”, afirmó en conversación con La Noticia. Explicó que el hecho de que no haya ninguna evidencia que demuestre la responsabilidad del presidente y las declaraciones del exasesor de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, Jaime Villanueva, no hacen más que confirmar que “se tendió con mentiras una trampa” contra el líder aprista.
José Luis Gil agregó que “la mafia caviar ha atrapado el sistema de justicia, el sistema político, el sistema comunicacional en el país, y el sistema internacional, lo que les permite manipular a su antojo los órganos de justicia, como el Ministerio Público.
Por su parte, Carla García, hija de Alan García, recordó a su padre y se dirigió a sus enemigos políticos. “Elevemos una oración por las personas que viven del odio, para que sanen sus espíritus”, escribió. Por su parte el congresista Alejandro Aguinaga reconoció “la valentía del expresidente frente al odio y la conspiración de Martin Vizcarra, Gustavo Gorriti y un sector de la prensa”.
“Confiamos en que tarde o temprano quienes conspiraron contra él rindan cuentas ante la justicia”, sostuvo.
ANTES DEL FIN ESCRIBIÓ CARTA TITULADA “LAS RAZONES DE MI ACTO”
Antes de morir, Alan García escribió una carta titulada “La razón de mi acto” en la que expresa su sentir ante la persecución judicial de la que era víctima.
“Nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de treinta años. Pero jamás encontraron nada y los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones”, señala un pasaje de la misiva.
“No hubo ni habrá cuentas, ni sobornos, ni riqueza. La historia tiene más valor que cualquier riqueza material. Nunca podrá haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí: otros se venden, yo no”, agrega.
