Opinión

Las fiestas patrias

Por: Víctor García Toma

Ad portas de nuestra fiesta jubilar, cabe recordar que la idea de patria contiene connotaciones cívico-sociológicas, y expone una suerte de amor al suelo en donde uno ha nacido y a sus tradiciones.

En ese sentido, idea de patria no se agota en el sentimiento de afecto al lugar que nos cobija, sino que trasciende hacia los hombres que la “nutrieron” con su ejemplo y conducta.

Surge como consecuencia de las experiencias de los años formativos de la niñez y la juventud, de donde emerge la adhesión elemental al suelo y al medio inmediato.

Ella entraña una cierta proyección subjetiva de la Nación, siendo una y otra el anverso y reverso de la misma.

Nuestra adhesión se traduce en el culto a los mártires y héroes defensores del suelo, así como en la exaltación y veneración cívica de las tradiciones forjadas en la interacción social; por ende, es representada a través de símbolos como la bandera, el escudo, la escarapela, el himno y los monumentos.

Mario Vargas Llosa en su discurso sobre El elogio de la lectura y la ficción expone que “La idea de patria no se constriñe a los emblemas y personajes, sino que se extiende a los lugares y las personas que recoge nuestra conciencia, y que los convierten en algo espiritualmente apreciable donde estar, compartir o volver a ver”.

Dicha exaltación brota de la historia social, la conciencia y la emoción. Desde allí nace y se reconoce que dicho sentimiento existe, bajo la afinidad de un lugar que genera un vínculo de apego espiritual. Así, expresa la condición de comunión de afectos con los demás miembros de una Nación; aquello que se reconoce y valora a sí mismo con sentimientos de apego, amor y ardor cívico.

Los símbolos que alrededor de ella reverenciamos expresan el conjunto de figuras, objetos, divisas, obras poético-musicales y blasones cívicos que coadyuvan significativamente a la identificación, integración y reconocimiento del sentido de patria.

El Tribunal Constitucional en el caso Yonhny Lescano Ancieta ha señalado que “expresan una representación material y tangible de la pluralidad de valores y vivencias comunes de una Nación constituida como Estado. Por ende, son objeto de respeto, enaltecimiento y veneración por parte de la comunidad que identificatoriamente simbolizan”.

(*) Expresidente del Tribunal Constitucional

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