Ladrido: El lenguaje de los perros

El ladrido es el lenguaje de los perros, pues les permite comunicarse con otros animales o con los seres humanos. Los perros no saben hablar, pero dicen mucho a través de la comunicación oral. El tono, la frecuencia y el volumen son indicios que se pueden apreciar con cierta facilidad para interpretar y entender al can.

Es decir, los perros emiten ladridos por diferentes razones, y dependerá de la forma en que lo hagan y sus expresiones corporales, para darse idea de lo que quieren decir. Para entender los ladridos del perro hay que aprender a diferenciarlos. Pueden ser por miedo, disgusto, ganas de jugar o hambre, según los especialistas.

MOTIVOS COMUNES:

Territorialidad: Los perros ladran para anunciar sobre posibles invasiones a su territorio.

Atención y aburrimiento: La falta de atención o el aburrimiento pueden inducir a los perros a ladrar, buscando la interacción.

Ansiedad por separación: La soledad prolongada puede desencadenar ladridos debido a la ansiedad por separación.

Dolor o malestar: Al igual que los humanos se quejan cuando sienten dolor.

FACTORES:

Socialización temprana: La socialización con humanos y animales en los primeros meses de vida influye en la confianza y seguridad del perro. La falta de esta socialización puede llevar a ladridos ante visitas inesperadas.

Experiencias traumáticas: Perros que han sufrido maltratos en el pasa do pueden ladrar en reacción a personas que les recuerden a sus agresores anteriores.

Comportamiento y postura: La reacción de un perro puede depender del comportamiento percibido en una persona, incluyendo postura y tono de voz.

Olor: Olores específicos pueden desencadenar ladridos como respuesta a la presencia de ciertas personas.

OTRAS MANIFESTACIONES

Aullido: Malestar, soledad o susto.

Bufido:  Enfado, estresado o nervioso.

Gemidos: Llamar la atención o tristeza

Gruñidos: Alerta, peligro.