Opinión

La revocatoria de los mandatos

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

La idea principal en toda democracia que se precie de tal es que los representantes (Congresistas y Presidente de la República, por excelencia) tienen su razón de ser y su sentido en el representado, que es la población.

Nosotros somos el pueblo, somos la población en marcha. Estamos en democracia. Democracia significa el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, al decir de Abraham Lincoln, en su ya célebre discurso de Gettysburg. No estamos en un imperio o en una monarquía. No hay reyes ni príncipes ni princesas. Solamente estamos nosotros: la población.

Entre los elementos del Estado, que son la población, la autoridad, el territorio y la identidad, el más importante es la población, pues es la base humana del Estado, de la cual van a salir elegidas las autoridades. Nosotros elegimos a las autoridades. Los congresistas, el presidente y los vicepresidentes de la República son solamente representantes. Nosotros somos los representados, y como tales tenemos el derecho de exigirles que hagan un buen trabajo, en beneficio de la población, para que no hayan más muertes de personas en las calles frente a un hospital, para que no hayan más muertes de personas en sus casas porque el Estado no atiende sus llamadas de auxilio en una pandemia viral, para que no haya más delincuencia organizada que cree que puede imponer sus reglas y su voluntad entre los vecinos.

El pueblo es sabio cuando castiga en las urnas a los políticos que engañaron a los representados, que les estafaron cuando llegaron al poder como congresistas o presidentes de la República. La población lo ha demostrado varias veces, cuando castigó, por ejemplo, con un insignificante cinco por ciento (5%) a políticos que decían que podían convencer a todos con su labia y verborrea, o promesas de todo tipo. Así que siempre es bueno recordar esa sabiduría del pueblo.

Sin embargo, hay un problema: No se puede esperar cinco años para que acabe su mandato un presidente o un congresista de la República que hacen daño al país. Hay mucho en juego, hay mucho por proteger. Es el país el que está en peligro con su elemento más valioso: su población.

Por eso una de nuestras propuestas que hemos planteado, para superar ese problema, en nuestra obra “Bicentenario y Nueva Política para el Perú. De la democracia formal a la democracia sustancial” (Lima, Abril 2021) es la REVOCATORIA DE CONGRESISTAS Y DE PRESIDENTE DE LA REPUBLICA a la mitad de su periodo de función en el Parlamento y en el gobierno, propuesta que dirigimos hacia los actuales Congresistas, como parte de la población, en nuestra actual condición de representado.

(*) Consultor político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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