Opinión

La indignación ciudadana hará posible la vacancia

Por: Luciano Revoredo

La indignación ciudadana irá creciendo. Se siente en las protestas que se multiplican por calles y plazas. Lamentablemente también es probable que esta indignación nos ponga al límite de manifestaciones de violencia. El rechazo de la calle al gobierno y particularmente a Pedro castillo y su entorno es cada día mayor. La gente la ha perdido todo respeto y en cada aparición pública, en las que generalmente está protegido por cientos de policías, algún espontáneo le lanza improperios que luego son celebrados por la mayoría. Esto en realidad al margen de la escasa catadura moral y humana de Castillo, es lamentable porque degrada y deshonra la institución presidencial. Pero es el propio Castillo el que nos ha llevado a esta situación.

Lo cierto es que este progresivo crecimiento de la indignación va a ejercer tal presión, que el congreso, por mediocre o comprometido que esté con la corrupción del ejecutivo, se va a ver obligado a aprobar la vacancia. Esto es solo cuestión de tiempo.

Recordemos el caso de Vizcarra. Era “su” Congreso, elegido después del golpe de estado que dio en complicidad con amplios sectores y alentado por los caviares y los medios. Sin embargo, llegó un momento que no les quedó otra salida que votar por la vacancia y fueron 105 votos. Casi unanimidad. Cuando la corrupción del hasta esos días popular Lagarto quedó en evidencia, hasta algunos de sus más entusiastas defensores tuvo que votar la vacancia. Se convirtió en cuestión de supervivencia. Llegará un momento en que no votar la vacancia de Castillo se convierta en una forma de complicidad con su corrupción. Ese momento está cada vez más cerca.

Hemos pasado un año del funesto gobierno neosenderista y a pesar de todo el Perú ha resistido. No hemos bajado la guardia y se han frenado los arrestos comunistas. No es momento de precipitar las cosas ni caer en el juego de los termocéfalos ni de los caviares. No se debe caer otra vez en promover una vacancia que no alcance los votos ni que se adelante a la inhabilitación de Dina Boluarte. Es imprescindible dar ese paso primero.

Ese será el momento de liberar al Perú y será imprescindible el diálogo entre las fuerzas democráticas. No es posible que apetitos personales o intereses particulares frustren la posibilidad de forjar un frente. La política es el arte de lo posible y siempre que no se traicione los valores fundamentales y no se pacte contra los principios todo aquello que permita expandir el predominio de las ideas es válido.

Lo importante es ahora pensar en la transición. No podemos caer en manos de los caviares o en otro experimento radical.

(*) Analista político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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