
A estas alturas del partido nos preguntamos para quién está gobernando el presidente Castillo y su círculo más cercano porque se suponía que la opción del presidente Castillo iba a ser lógicamente por los más pobres, la gente que está en peores condiciones, aunque tiene un diagnóstico muy equivocado de lo que es el Perú. El hecho es que en las elecciones de la segunda vuelta Castillo sacó más del 80% en Cusco, Puno, Arequipa, Ayacucho y otros lugares del sur andino. Y ahora el sur andino se está poniendo en pie de lucha y le está reclamando explicaciones al Gobierno.
En el tema de Las Bambas, por ejemplo, me parece que el Gobierno no sabe lo que está hablando. La inversión minera en Las Bambas ha levantado el nivel de vida de la población, no solo del sector más vinculado a la minería sino también de la gente que vive a otros kilómetros más abajo o más arriba. Y en este momento, con el inminente cierre de esta compañía minera, pues hay mucha gente que va a perder todo. Sin contar, por supuesto, con los trabajadores que pierden el puesto de trabajo directamente. Estamos hablando de miles de personas afectadas y sin contar con las pérdidas económicas que eso va a significar en materia de ingresos para el Perú, impuestos, regalías, cánones, etc., etc. De tal manera que ya se anuncia para este lunes que viene una movilización de la Federación de Trabajadores Mineros para pedirle explicaciones al Gobierno, para que el presidente Castillo se digne a recibirlos porque el hombre practica el silencio, pero este es un silencio olímpico. No habla con la gente, no nos informa quiénes han ido a la casa de Breña. Tampoco recibe a las que, supuestamente, nosotros pensábamos podrían ser sus bases sociales de apoyo y no lo son.
La popularidad del Gobierno está cayendo rápidamente en el famoso sur andino y se anuncian ya nuevas movilizaciones. El Gobierno tiene aquí un frente muy delicado porque no lo sabe manejar. Mi impresión es que no sabe lo que está pasando, no sabe cómo funciona la minería, no sabe ni qué cosa es Las Bambas.
Las medidas que toma, por ejemplo, la ministra Mirtha Vásquez, anunciando con bombos y platillos el cierre de cuatro minas en el sur de Ayacucho no es algo realista, no tiene un costo beneficio estudiado, por ejemplo, para saber qué repercusiones puede tener eso. Parece que eso no interesa mucho. Entonces, estamos ante una improvisación que nos está costando ya muchos millones. La pregunta es: ¿cuántos millones más nos va a costar y nos van a contar? ¿Cuántas personas se van a quedar desamparadas completamente después de esta pandemia?
(*) Periodista
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