Opinión

Kimberly García: Un fenómeno deportivo que venció la inoperancia y el abandono dirigencial

Por: Tito Ponte Silvera

Kimberly García se subió a la cima del podio por segunda vez en una semana, algo que ningún atleta africano, europeo o latinoamericano ha podido conseguir hasta esta instancia en el Campeonato Mundial de Oregón. ’Kimi’ es la “Reina del Atletismo Peruano”, pero se convierte en la reina total del deporte, tras alcanzar lo que nunca antes se pudo.

El viernes 22 de julio es un día inolvidable para el deporte, y puede serlo para todo el país, para la sociedad, para el pueblo, para el gobierno, para los políticos, para los dirigentes. Lo que ocurrió puede ser un punto de inflexión que cambie el rumbo del destino. ‘Kimi’ puede revolucionar su ámbito y el resto, sin ser revolucionaria. Puede romper la taras mentales y hacernos entender que el deporte es una posibilidad de vida, una fuente esencial para enriquecer a nuestra nación. Un recurso necesario y complementario para la cultura y la educación. Un producto ingente que pula el talento y la capacidad académica, de quienes a futuro serán una inversión que brinde réditos al país. Kimberly puede ser ese fenómeno social que venció la inoperancia y el abandono dirigencial. Puede ser el cambio para el resto de Kimberlys que se encuentran desperdigadas por diversos lugares de nuestro país, que entrenan sin cesar y que también sueñan con un mundial. Puede que se lea absurdo y soñador, pero si utilizamos la sensatez y lógica podríamos tomar este hecho histórico como un argumento de lo que el Perú puede conseguir si se apostara con voluntad y sin beneficios personales. Este hecho es una cachetada no solo para el estado y los medios de comunicación, sino también para la población que se niega a nutrirse y consumir otras opciones.

Hoy, cuando rogamos porque un técnico no se marche, y que se le pague cantidades millonarias con tal que se quede, Kimberly García nos revela que es ella y muchos otros atletas quienes necesitan la inversión. ‘Kimi’ logró lo que todos soñamos con el fútbol: ganar un mundial, oír el himno peruano en lo más alto y a estadio lleno: ¿Acaso eso no es motivo de orgullo? Lo que hizo García León tiene ribetes heróicos: MARCHÓ por el Perú con la bandera en mano en los últimos tramos de la ruta, rompió la cinta y desveló el pabellón patrio como símbolo de triunfo, como solo los próceres lo hicieron alguna vez. A poco de la conmemoración de los 201 años de la independencia del Perú, esta mujer de sangre aguerrida, le regala a un pueblo despechado por el fútbol el placer de inflar el pecho y recobrar el ego deportivo que algunos habían perdido.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

 

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