Opinión

Izquierda desunida y sin horizonte

EDITORIAL

Son remotas las posibilidades de que la izquierda gane las elecciones, como en el 2011 lo hizo Ollanta Humala, quien una vez instalado en el poder cambió el polo rojo por el blanco y dio inicio a un pésimo gobierno. Desde los años 80, cuando se creó la coalición llamada Izquierda Unida (IU), esta doctrina en el Perú ha venido en franco declive en consonancia con la caída del muro de Berlín y los grandes cambios sociales, políticos y culturales que se sucedieron en el mundo. Lo de Humala parece haber sido solo una especie de “hipo” del que el electorado peruano ya se curó.

En 1980, IU se consolida como la segunda fuerza política del país con el 23,3% de votos en las elecciones municipales. Alfonso Barrantes ganó la alcaldía de Lima en 1983 y en 1985 el propio “Frejolito” es derrotado por Alan García. Desde ahí no hubo más brillo y la IU entró en crisis orgánica en 1990. Se desató la desunión y los partidos y frentes que integraban la coalición se fueron cada uno por su lado, esgrimiendo diversas posturas ideológicas y programáticas muchas veces antagónicas. Los tiempos han cambiado y ya no hay líderes izquierdistas que, ni por asomo, puedan alcanzar a figuras como el mismo Barrantes, Henry Pease, Javier Diez Canseco o Manuel Dammert. Precisamente Dammert, quien falleció el jueves pasado víctima del COVID, fue el último representante vivo de esa generación de la izquierda peruana.

Para estas elecciones, la izquierda tiene como representantes a Verónika Mendoza (Juntos por el Perú), Pedro Castillo (Perú Libre), Ollanta Humala (Partido Nacionalista), Ciro Gálvez (Renacimiento Unido Nacional), José Vega (Unión por el Perú), Andrés Alcántara (Democracia Directa) y Marco Arana (Frente Amplio). Yonhy Lescano (Acción Popular) y Julio Guzmán (Partido Morado) son candidatos más ambiguos aún y fluctúan entre la centroizquierda y la centroderecha, por lo que no deberían ser considerados como representantes de la izquierda propiamente dicha. Aunque sí califican como “caviares” porque tratan de sacar provecho del populismo con posturas aparentemente de izquierda. Según la última encuesta del Centro de Investigación Territorial (CIT), la candidata de izquierda con más intención de voto es Verónika Mendoza con 5.6%. Más abajo aparecen Pedro Castillo (2.4%), José Vega (0.6%), Andrés Alcántara (0.3%) y Marco Arana (0.2%). Todos juntos hacen 9.2%. Con esas cifras la izquierda no ganaría ni siquiera en el hipotético caso de que uno de sus candidatos pase a una segunda vuelta y en esta sea respaldado por los demás en las urnas.

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