Después de la pesadilla que atravesó en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, el preparador físico de Universitario, el uruguayo Sebastián Avellino, contó ayer la dura experiencia que vivió en 9 cárceles por los cuales pasó tras ser arrestado por un presunto gesto racista en el partido que disputó la “U” y Corinthians por la Copa Sudamericana.
“Es muy difícil para mí este momento. Lamento profundamente todo lo ocurrido. Lamento de corazón por todas las personas que fueron afectadas, lamento muchísimo todo lo que ha sufrido la institución (la “U”) a causa de este problema. Afirmo y grito a voz alzada mi opinión antirracista, que así ha sido durante toda mi vida”, expresó Avellino entre lágrimas, en conferencia de prensa.
A su lado, Jean Ferrari, administrador de la “U”, contó que un hincha crema y otro blanquiazul se juntaron para salvarle la vida a Avellino en la prisión. “Sebastián está entrando hoy a una etapa de evaluación psicológica para después nosotros incorporarlo dentro de los entrenamientos”, afirmó.
