Opinión

Hacia una economía social de mercado equilibrada

Por: Alicia Barco Andrade

La historia peruana está marcada por siglos de colonialismo y dependencia económica, lo que ha generado una profunda desconfianza hacia las instituciones y los mercados. El Estado peruano ha sido tradicionalmente visto como el principal proveedor de soluciones, lo que ha dificultado la consolidación de una cultura de autogestión y responsabilidad individual. El populismo ha cobrado fuerza política, prometiendo soluciones rápidas y fáciles a problemas complejos, lo que ha restado que las propuestas liberales basadas en el largo plazo se queden sin peso.

Crisis económicas de los años 80 y 90

Las políticas neoliberales implementadas en Perú durante los años 80 y 90, bajo el gobierno de Alberto Fujimori, representaron un giro radical en el modelo económico del país. Estas políticas buscaban reducir la intervención del Estado en la economía, para promover la privatización de empresas estatales y la apertura comercial. Se redujeron las regulaciones estatales en diversos sectores de la economía, buscando fomentar la inversión privada y la competencia. Se permitió la entrada de capitales extranjeros al país y se fomentó el desarrollo del sistema financiero. Se redujo el tamaño del Estado, se descentralizó la administración pública y se promovió la autonomía de las empresas públicas. Las políticas neoliberales beneficiaron principalmente a los sectores más favorecidos de la población, y ampliaron la brecha entre ricos y pobres.

Frente a la gran desigualdad económica que ha generado resentimiento y ha dificultado la construcción de consensos en torno a políticas liberales, que son percibidas como beneficiando a las élites. Las políticas neoliberales implementadas en Perú durante los años 90 tuvieron efectos ambivalentes. Si bien lograron estabilizar la economía y promover el crecimiento económico, también generaron una serie de problemas sociales y económicos que persisten hasta el día de hoy. Grandes sectores de la población han sido históricamente excluidos de los beneficios del crecimiento económico.

Tanto Fujimori como Toledo y García, en cierta medida, apelaron a un discurso populista, prometiendo soluciones rápidas a los problemas de la población. La figura de Fujimori representó un quiebre con la política tradicional. Aunque el APRA se autodenominaba socialista, su programa político era más bien nacionalista y populista, con elementos de la social democracia. En el 2006, Alan García regresó al poder con una propuesta de continuidad de las políticas económicas neoliberales.

Economía Social de Mercado: un equilibrio entre libertad y justicia

Frente al capitalismo estatal o a un mercado desregulado, el equilibrio está en la visión de un país, que busque desarrollar la economía social de mercado. Una economía que busca equilibrar la libertad económica con la justicia social. El Estado tiene un papel activo en la provisión de bienes públicos y en la protección de los más vulnerables. Pero no es Dios. Es necesario buscar políticas públicas, desarrollar reformas para buscar un equilibrio entre la libertad individual y la justicia social.

(*) Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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