En las décadas del terror causadas por Sendero Luminoso y el MRTA, nuestras esperanzas estaban en nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, tranquilidad y paz nos trajeron con su entrega valiente y heroica, ofrendando sus vidas por la defensa de nuestra patria, por nuestras vidas y la recuperación de nuestra libertad, nuestra dignidad.
Orgullo debemos sentir cada vez que vemos los archivos en videos, leemos o recordamos sobre la captura de los más grandes genocidas, terroristas y enemigos vivos aún de nuestra patria, Abimael Guzmán Reinoso, Víctor Polay Campos, las cúpulas senderistas, emerretistas y sus camaradas, o cuando vemos la operación militar de rescate Chavín de Huántar ordenada por un decidido Alberto Fujimori, y tantos otros acontecimientos terroristas perpetuados en las regiones de Ayacucho, Junín, Huánuco, San Martín, Apurímac, Lima y tantas otras, en las que han entregado sus vidas por las nuestras.
Hoy, ignorando ese invaluable sacrificio, pretendemos traicionar a nuestras FF.AA. y PNP, a nuestro país, dejando que estos comunistas enemigos en común, capturen el poder que buscaron mediante las armas, ahora en las ánforas, creyendo en discursos absolutistas, totalitarios, estatistas, obsoletos, de odio y división, de pobreza, hambre y muerte, y se perpetúen en él.
Que poco patriotismo es el que corre por nuestras venas, que impotencia saber que hay enemigos de nuestro estado dentro del mismo, y que han trabajado por décadas manipulando la conciencia de nuestros hermanos campesinos, del pueblo postergado que dicen defender, han ideologizado a nuestros niños y jóvenes fungiendo de maestros o profesores, sembrando odio y división, han infestado nuestras instituciones públicas, han generado el escenario perfecto para pasar de ser verdugos a defensores.
Tienen claro apoyo de dictaduras castrochavistas, del grupo de Puebla, la “izquierda progresista y caviar” siempre fue su aliada, han jurado no defenestrar nuestra democracia frente a un “cura Barreto”, mienten y manipulan escudándose en frías e hipócritas sonrisas, en gritos dictatoriales llenos de amenazas, en populismo disfrazado, esconden a su líder Cerrón o Bermejo, maquillan su ideario comunista, utilizan a cuanto holgazán y supino tecnócrata, para hacerse del poder.
Los comunistas nunca podrán lavar sus manos y conciencias manchadas de sangre, Pedro Castillo no podrá sentarse en el sillón de nuestro independentista San Martín; este 06 de junio juntos reivindicaremos el honor de nuestros héroes y de nuestra Patria, acudiendo a votar por nuestra libertad y democracia, no permitamos que el comunismo triunfe sobre la sangre de cientos de peruanos.
(*) Analista Política y Especialista en Gestión y Políticas Públicas
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
